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Doce Dioses y Siete Planetas
por Ken Gillman
-- traducción Joanna Murdoch --


Nota del Editor: Este artículo ha sido previamente publicado en Considerations (volumen XI número 4, Noviembre 1996-Enero 1997, pgs. 63-95). Es absolutamente crucial para la comprensión de las regencias. (Yo he personalmente alcanzado conclusiones similares sobre el sujeto en mi tesis doctoral, y antes (1986) en un artículo publicado en una revista francesa de Lyon).
 

Obviamente los signos y los planetas se relacionan íntimamente Cuando interpretamos un planeta en una carta natal lo hacemos en términos de la ubicación de las casas en que se encuentran los signos sobre los que rige. Al interpretar la significación de un signo lo relacionamos con la fuerza y la ubicación de su regente planetario. La asignación estándar de los siete planetas clásicos de los diversos signos del zodíaco (Marte regente de Aries y Escorpión, Venus regente de Tauro y Libra, ...etc.) figura en prácticamente cada texto desde Ptolomeo hasta Tyl.

He estado tratando de aprender cómo y por qué estos regentes fueron originalmente asignados. Mi búsqueda fue principalmente infructuosa, pero en el proceso descubrí otro esquema de regencias que existió por al menos dos mil años - e incluso quizás anterior a los signos del zodíaco ya que existía en 1600 a.C. Durante varios siglos este antiguo esquema de regencia co-existió con nuestro esquema de regencia estándar. Desapareció al comienzo del siglo VI, cuando fue prohibido eficazmente por la Iglesia Católica. Este artículo presenta el antiguo esquema de regencia y luego trata sobre las implicaciones que actualmente puede tener para nosotros. Una importante repercusión es que la referencia a la mitología griega como una forma de acercarse a la significación de los planetas quizás no sea tan válida como muchos escritores de astrología parecen creer.
 

La Evidencia

Mientras que el zodíaco, esa angosta franja de cielo en la cual observamos y medimos los movimientos del Sol, la Luna y los planetas, era indudablemente reconocida en Babilonia unos 4000 años atrás, aparentemente no fue que alrededor de 520 a.C que los doce signos fueron realmente definidos. Esto parece haber sido hecho por Cleostratos de Tenedos [1], quién dividió la eclíptica en doce partes iguales y se dice que fue quién "reconoció los signos del zodíaco". Y, según se dice, los describió en un poema hoy perdido, Astrología.

Antes que fuesen signos fueron meses. Los mas antiguos calendarios eran lunares, un mes duraba desde la primera luna creciente hasta la próxima, o desde la primera luna llena hasta la siguiente. Doce meses de 30-días y cinco días extras conformaban el año. Y se creía que cada mes poseía un dios distinto como su regente o guardián. Evidencia de este concepto puede trazarse tanto a la Babilonia como al Egipto antiguos.

Los dioses de los meses aparecen por primera vez en el arte egipcio tan temprano como en la Dieciochoava Dinastia, unos 1600 años a.C. En Europa del Oeste equivalía a la Edad de Bronce, el período en el cual fue construido Stonehenge. Doce dioses para doce meses, originalmente los dioses de los meses parecen haber sido deidades en cuyo honor un festival era realizado en el primer día de cada mes.

En esa época los dioses egipcios de los meses eran, en secuencia, Thy, diosa del primer mes, Ptah, Hathor, Sekhmet, Min, Rkh-Wr, Rkh-Nds, Rnwtt, Khonsu, Khnt-Khnty, Ipt, y Re-Harakhty, dios del doceavo mes. Incluían cinco diosas, cinco dioses, y dos hipopótamos (Rkh-Wr y Rkh-Nds). Estos dioses figuran en ese orden en un reloj de agua en alabastro del reino de Amenhotep III (1397-1360 a.C.). [2] Se encuentran en el mismo orden en los techos de los templos de Rámses I (1290-1223 a.C) y Rámses II (1174-1147 a.C) salvo que los hipopótamos fueron reemplazados por chacales. En estos dos techos, en la franja central, un simio con cabeza de perro ocupa un pilar, símbolo de Thoth, dios de los cinco días intercalarios.

Novecientos años mas tarde, en el tiempo de Alejandro El Grande (356-323 a.C), los dioses egipcios de los meses aún eran considerados sagrados. Existen sobresalientes representaciones de Alejandro y de posteriores gobernantes macedonianos de Egipcio efectuando ofrendas a estos dioses de los meses. Representaciones de estos mismos dioses nativos de los meses continuaron a ser usados en tiempos romanos. En dos relojes de agua representando los dioses apropiados de los meses se encuentran tallados en los bordes los nombres latinos de los meses.

Los doce dioses egipcios comenzaron como dioses de los meses. Posteriormente, algo antes del tercer siglo a.C., se conviertieron también en protectores de los signos del Zodíaco. En ese tiempo, Appollonius Rhodius, un poeta griego que era jefe de la biblioteca de Alejandría, escribió "los egipcios llaman a los doce signos del zodíaco dioses consejeros por nombre, y siervientes a los planetas". Entonces eran los doce dioses quienes gobernaban los signos del zodíaco, y no los planetas. Herodotus, el hombre que Cicero llamaba "el padre de la historia" en el segundo libro de sus Historias, también se refiere varias veces a un grupo egipcio de doce dioses. Escribió "cada mes y cada día pertenece a uno de los dioses".

Los babilonianos también creían que habían doce dioses principales, cada uno de ellos velando sobre un mes y un signo zodiacal. Aprendemos esto de la Bibliotheca Historica, escrita por Diodorus Siculus, un historiador griego del primer siglo a.C.

Los griegos estaban familiarizados con el concepto de doce dioses principales. Ellos tenían sus propios doce olímpicos.. En Atenas, los olímpicos eran los patrones de la ciudad estado, concernidos con la mantención y prosperidad del orden cívico, especialmente la justicia, y también concediendo a Atenas la primacia entre las ciudades griegas.

Los dioses individuales egipcios de los meses no eran el equivalente exacto de los doce olímpicos, a quienes posteriormente los romanos también reconocieron como dioses de los meses, solo Ptah preside sobre el mismo mes que su equivalente greco-romano Hefestos/Vulcano.. Los doce dioses egipcios de los meses no son considerados como la fuente de los doce dioses griegos (eran adorados e invocados individualmente mientras que los griegos los invocaban como un grupo; los doce griegos eran enteramente antropomórficos, los egipcios incluían los dos hipopótamos, posteriormente chacales), pero el conocimiento de este grupo similar de deidades puede haber conducido a la posterior asociación de los doce dioses de Grecia y de Roma con los meses.

REFERENCIAS EN la literatura clásica a los altares a los doce dioses fundados por héroes griegos implica que el culto existía en Grecia durante la Edad de Bronce tardía : el poeta griego lírico del sexto siglo a.C. Pindar se refiere a los altares fundados por Heracles en el olimpo, Hellanicus (un historiador del siglo V) escribió que Deukalion fundó un altar en Tesalia, mientras que Herodotus cita el sacrificio de Jasón a los doce dioses cerca del Bósforos. En el Himno Homérico a Hermes, probablemente compuesto en el siglo VIII a.C., el dios infante, después de haber dado muerte al ganado de Apolo, reservó doce porciones para los dioses.

Platón (c.427-c.347 a.C.) creía que los doce dioses debían tener un rol central en la ciudad ideal. En sus Leyes, propuso que los ciudadanos fuesen divididos en doce tribus, cada cual a ser nombrado con el nombre de uno de los doce dioses, que serviría como su deidad protectora. También propuso que la ciudad ideal debiese celebrar un festival cada mes para uno de los doce dioses y que el festival del doceavo mes sería consagrado a Plutón.

Plutón, el dios griego del mundo subterráneo, no era uno de los doce dioses griegos. El último mes del año griego, que correspondía al doceavo mes de Platón, era Skirophorion, nombrado después del festival de Skira que se realizaba durante el mes. Skira parece haber estado conectado con el rapto de Perséfone/Kore por Plutón. Es aproximadamente equivalente a Junio, cuando actualmente en Grecia la naturaleza se seca y muere. Así, la muerte de la naturaleza coincidiendo con la muerte del año lo hacía un mes particularmente adecuado para ser dedicado a Plutón, y ya existía un festival durante el mes al cual el era asociado. Platón interpretaba a Plutón como " el dador de riqueza". En arte, Plutón sostiene regularmente un cuerno de la abundancia, símbolo de riqueza y de fecundidad

No existe evidencia antes del tiempo de Platón que, como grupo, los doce dioses griegos tuviesen alguna conexión con los meses. Se piensa que Eudoxos de Cnidos, quién es actualmente conocido como ‘el fundador de la astronomía científica’, fue el responsable de la identificación de los doce dioses olímpicos con los signos del zodíaco. Al hacerlo, estaba obviamente siguiendo la tradición egipcia; se sabe que estuvo dieciseis meses en Egipto alrededor del período 378-364 a.C.

En su Phaedrus, Platón describe a los doce dioses como deidades astrales que recorren los cielos, manteniendo el orden en los cielos. Esto ha sido interpretado como confirmando la asociación de los doce dioses con los signos Zodiacales. En el pensamiento de Platón, los doce dioses ya no eran el grupo parroquial que velaba sobre la prosperidad de Atenas asegurando su dominación sobre las otras ciudades, pero deidades universales interesadas en el bienestar del Cosmos.

En 293 a.C., los meses de la ciudad de Demetrias en Tesalia eran nombrados a partir de los doce dioses olímpicos. Esta es la mas temprana asociación de los doce olímpicos como grupo con los meses. Solo conocemos los nombres de diez de los meses: Aphrodision, Areios, Artemision, Athenaion, Deios (de Zeus), Demetrion, Hephaiston, Hermaion, Hestios, y Poseidón. Lamentablemente no conocemos el orden de los meses.

Los doce eran representados de varias maneras, quizás el mas interesante siendo un círculo conteniendo un anillo con doce puntos en Epidauros. Sin embargo, no existe evidencia de que la asociación de los olímpicos con los meses fuese expresada en el arte griego.

LA MAS TEMPRANA lista babiloniana de relaciones entre los meses y las deidades ha sido fechada alrededor de 1000 a.C. Los dioses de tres de los meses babilonianos pueden ser igualados con los dioses olímpicos asociados con el mismo mes - Ishtar con Demeter/Ceres, Marduk con Ares/Marte, y Sin con Apolo. Sin embargo, en cada caso la deidad babiloniana tiene un equivalente diferente en el sistema establecido para los dioses planetarios.
 

Tabla 1: Dioses planetarios babilonianos y sus equivalentes griegos y romanos

Planeta Babiloniano Griego Romano
Saturno Ninib (Ninurta) Kronos Saturno
Júpiter Marduk Zeus Júpiter
Marte Nergal Ares Marte
Venus Ishtar Afrodita Venus
Mercurio Nabu Hermes Mercurio
Luna Sin Artemis Diana
Sol Shamash Apolo Apolo

 

LOS DOCE DIOSES, también conocidos como Di Consentes, fueron introducidos en Roma antes del tercer siglo a.C. En el 217 a.C., después de que Roma sufriese una seria derrota frente al cartaginés Aníbal, el senado romano ordenó al colegiado religioso romano del decemviri consultar los libros sibilinos y determinar como aplacar la ira de los dioses. A su debido tiempo fueron informados que debía celebrarse un banquete sagrado en honor de los dioses. Seis divanes fueron instalados en público, uno para Júpiter y Juno, un segundo para Neptuno y Minerva, un tercero para Marte y Venus, un cuarto para Apolo y Diana, un quinto para Vulcano y vesta, y el último para Mercurio y Ceres, doce dioses en total. Originalmente solo las cabezas de los dioses eran representadas sobre los divanes. Al final, Roma fue salvada de Aníbal; así es que este banquete inusual se justificó.

Saturno no era uno de los doce. En el primer siglo antes de Cristo, un grupo de estatuas en bronce de los doce Di Consentes estaban en el Foro Romano. Estaban yuxtaposados al tesoro público, que se guardaba en el Templo de Saturno, y el archivo público se guardaba en el Tabularium. Los Di Consentes eran entonces admirablemente convenientes para la protección del estado, capaz de supervisar los asuntos del gobierno y velar sobre el buen manejo financiero o administrativo.

Los doce dioses aparecieron en Roma en una época crítica. Rápidamente los doce demostraron su habilidad de protejer Roma y hacerla florecer.. El culto que los romanos habían importado era el antiguo culto municipal griego, y quedo atribuido a la ciudad de Roma.

Los nombres latinos de los meses no derivan generalmente de los dioses olímpicos. Las dos excepciones obvias son Marzo (Martius) y Junio (Iunis), nombrados después de Marte y Juno. La asociación de Marte con Marzo persistió en calendarios ilustrados hasta la Edad Media, mucho tiempo después que hubiesen desaparecido los dioses de los meses como un conjunto. El poeta latino Ovidio conectaba Venus con Abril (Aprilis), mientras que Mayo (Maius) puede decirse que se relaciona con Maia, la madre de Hermes/Mercurio. Inicialmente solo estos cuatro meses fueron nombrados, los otros fueron enumerados, con nuestro Julio el quinto mes (Marzo era el primero) siendo Quintilis, nuestro mes de Agosto era Sextilis, ...etc. Esta costumbre romana de nombrar los primeros cuatro y de enumerar el restante es fascinante; también sucedía en las familias romanas, después de los primeros cuatro niños los siguientes eran nombrados Quintus, Sextus, ... etc. [3] El mes de Quintilis fue posteriormente renombrado Julio para conmemorar Julio César en el 44 a.C., y Sextilis fue cambiado a Agosto en honor de Augusto en el año 8 a.C. El nombramiento de Enero y Febrero ocurrió anteriormente, a la época en que el año civil romano fue cambiado de Marzo a Enero.
 

Tabla 2: Los doce Dioses de Grecia y su equivalente en Roma

Femenino
Masculino
Griego Romano Griego Romano
Afrodita Venus Ares Marte
Artemisa Diana Apolo Apolo
Atena Minerva Efaistos Vulcano
Demeter Ceres Poseidón Neptune
Hera Juno Zeus Júpiter
Hestia Vesta Hermes Mercurio

 

EL SISTEMA ROMANO que posee un dios olímpico asociado a cada mes como tutelar o guardián, aparece en pleno esplendor en el primer siglo d.C. (después de las reformas al calendario de Julio César) en el llamado Calendario Rústico tallado en un pequeño pilar en marbol independiente. El ejemplar sobreviviente, que se encuentra en el Museo Nacional de Nápoles, tiene tres columnas en cada faz, cada una encabezada por un signo zodiacal en bajo relieve y enumera el nombre romano por cada mes asociado con el signo, la cantidad de horas diarias y nocturnas, la posición del Sol, el dios tutelar, y los principales festivales como también las actividades agrícolas. Una traducción en castellano de la inscripción [4] :

Mes Enero. 31 días. Nonas el quinto día. Día 9 horas, noche 14 horas. Sol en Capricornio. Patrocinio de Juno.

Mes Febrero. 28 días. Nonas el quinto día. Día 10 horas, noche 13 horas. Sol en Acuario. Patrocinio de Neptuno. Los campos son sembrados.

Mes Marzo. 31 días. Nonas el séptimo día. Día 12 horas, noche 12 horas. Equinoxio Marzo 24. Sol en Piscis. Patrocinio de Minerva.

Mes Abril. 30 días. Nonas el quinto día. Día 13 horas, noche 10 horas. Sol en Aries. Patrocinio de Venus.

Mes Mayo. 31 días. Nonas el séptimo día. Día 14 horas, noche 9 horas. Sol en Tauro. Patrocinio de Apolo. Los campos son desmalezados. Las ovejas son tondidas. La lana es lavada. Los bueyes son domesticados.

Mes Junio. 30 días. Nonas el quinto día. Día 15 horas, noche 9 horas. Solsticio de verano 23 de Junio. Sol en Géminis. Patrocinio de Mercurio.

Mes Julio (nombrado así). 31 días. Nonas el séptimo día. Día 14 horas, noche 9 horas. Sol en Cáncer. Patrocinio de Júpiter.

Mes Agosto (nombrado así). 31 días. Nonas el quinto día. Día de 13 horas, noche de 11 horas. Sol en Leo. Patrocinio de Ceres.

Mes Septiembre. 30 días. Nonas el quinto día. Día 12 horas, noche 12 horas. Equinoxio Septiembre 23. Sol en Virgo. Patrocinio de Vulcano. Las jarras almacenadas son forradas con resina.

Mes Octubre. 31 días. Nonas el séptimo día. Día 10 horas, noche 13 horas. Sol en Libra. Patrocinio de Marte. Cosecha de la uva.

Mes Noviembre. 30 días. Nonas el quinto día. Día 9 horas, noche 14 horas. Sol en Escorpión. Patrocinio de Diana. Siembra de trigo y cebada.

Mes Diciembre. 31 días. Nonas el quinto día. Día 9 horas, noche 15 horas. Sol en Sagitario. Patrocinio de Vesta. Comienzo de invierno. Abono de viñas, siembra de habas.
 

La relación de diferentes dioses con los meses y signos zodiacales en estos calendarios rústicos es bastante diferente a los que podríamos esperar. ¡Júpiter para Julio!

Manilius dispuso de las deidades en el mismo orden en su Astronomica, el mas antiguo texto astrológico completo sobreviviente, escrito durante los regímenes de Augusto y de Tiberio (30 a.C. - 37 d.C.), pero corrió de un lugar los signos asociados con cada deidad, ver Tabla 3. También comenzó su lista a partir de Aries, el signo del equinoxio de primavera, en vez que con Enero, el primer mes del año romano.

"Pallas (Minerva) vela sobre el que Lleva Lana Puesta (Aries);
Citerea (Venus) sobre Tauro;
Febo (Apolo) el bien hecho Géminis;
Tu, Cillenius (Mercurio), sobre Cáncer;
y Júpiter, tu mismo riges Leo con la Madre de los dioses;
Virgo que lleva orejas de grano pertenece a Ceres;
y las balanzas forjadas a Vulcano;
pendenciero Escorpión se agarra a Marte;
Diana aprecia al cazador parte hombre parte caballo (Sagitario);
y Vesta las estrellas contraídas de Capricornio;
opuesto a Júpiter está Acuario, la estrella de Juno;
y Neptuno reconoce su propio Piscis en aire superior".
 
 

Tabla 3: Concordancia entre los Calendarios Rústicos y Manilius


Mes Deidad Signo
(Calendarios Rústicos)
Signo (Manilius)
Enero Juno Capricornio Acuario
Febrero Neptuno Acuario Piscis
Marzo Minerva Piscis Aries
Abril Venus Aries Tauro
Mayo Apolo Tauro Géminis
Junio Mercurio Géminis Cáncer
Julio Júpiter Cáncer Leo
Agosto Ceres Leo Virgo
Septiembre Vulcano Virgo Libra
Octubre Marte Libra Escorpión
Noviembre Diana Escorpión Sagitario
Diciembre Vesta Sagitario Capricornio

 

Manilius ubicó al signo de Leo bajo la regencia de la Madre de los dioses a la vez que de Júpiter. La suprema Diosa, Astarte/Cibeles, normalmente era asociada con los leones. Una placa en caliza en Jordania muestra a Cibeles rodeada de los signos del zodíaco. Arriba del zodíaco la figura de Aries es reemplazada por un busto de Atena/Minerva, diosa tutelar de los signos. A su lado un busto desnudo masculino con el signo de Libra, y otros bustos reemplazan Sagitario, Capricornio y Acuario.

El lapso de tiempo asignado a un signo zodiacal, tanto entonces como ahora, no coinciden exactamente. En el Calendario Rústico y en el poema de Manilius las deidades son asignadas a un mes y dos signos zodiacales sucesivos. Se deduce que originalmente los dioses eran tutelares de los meses, no de los signos zodiacales. Esto concuerda con la secuencia histórica: en Demetrias, hacia 293 a.C., los meses eran nombrados según los dioses olímpicos. La elevación (nacimiento, origen ...contexto) de la astrología personal con su énfasis en el zodíaco parece haber ocurrido en Alejandría en el segundo siglo a.C. La fuente del sistema romano era griego y puede haber sido inspirado por las recomendaciones de Platón en Las Leyes.

Ha sido sugerido que Manilius comenzó por una asociación de las deidades olímpicas con los signos zodiacales. Estos llevaron a la conexión de la deidad con el mes en el cual el signo zodiacal se levanta y de ahí el cambio al signo anterior que se encuentra en los calendarios rústicos.

Charlotte R. Long [5], autora del excelente The Twelve Gods of Greece and Rome (una fuente principal para este artículo), piensa que esta teoría es netamente contradicha por la disposición de los costados del llamado Altar, encontrado en Gabii en 1793 por Gavin Hamilton, quién excavaba en el nombre del príncipe Borghese. Es una de las piezas en la colección Borghese adquiridas para el Louvre por Napoleón. Es datada como Adriánica, 117-138 d.C. La señora Long lo describe como una bañera de pájaros muy ornamental, aunque la identificación oficial es que era un reloj de sol. Doce alzadas cabezas divinas encerclan el borde. Estas son parejas de dioses: una diosa emparejada con el dios que regía sobre el signo zodiacal opuesto, con la diosa de la pareja a la derecha del dios masculino. De las seis parejas, sólo tres son las mismas que aquellas del banquete de 217 a.C.

Alrededor de los lados se encuentran los atributos de los doce dioses olímpicos ubicados por el orden de los meses, se leen de izquierda a derecha, y yuxtaposados con los signos zodiacales. Estos están ubicados de tal manera que un atributo dado sigue al signo zodiacal asociado con la deidad de los calendarios rústicos romanos y precede al signo atribuído a la misma deidad por Manilius.

Esta disposición, sostiene la señora Long, substancia la hipótesis que las deidades olímpicas sirvieron principalmente como guardianes de los meses mas bien que de los signos zodiacales.

Las cabezas de encima, en sentido contrario a las agujas del reloj, comenzando con las mejor conservadas son:


Tabla 4: La disposición en los costados del Altar de Gabii

Símbolo Deidad Signo Zodiacal
Capricornio
Pavo Real Juno
Acuario
Delfines Neptuno
Piscis
Lechuza Minerva
Aries
Paloma Venus
Tauro
Trípode Apolo
Géminis
Tortuga alada Mercurio
Cáncer
Águila Júpiter
Leo
Canasto Céres
Virgo
Pileus [6] Vulcano
Libra
Lobo Marte
Escorpión
Perro Diana
Sagitario
Lámpara Vesta
Capricornio
Nota: La secuencia es contínua, Capricornio aparece una sola vez

 

Otro ejemplos

EN ADICIÓN A los Calendarios Rústicos, al Altar en Gabii, y a Manilius, solo existen cuatro otros ejemplos conocidos que relacionan los doce dioses con los meses y/o los signos zodiacales. Uno de estos se relaciona tanto a los meses como a los signos zodiacales, dos de ellos solamente a los meses, y el cuarto solo a los signos.

1. Una alfombra cuadrada en mosaico de 13 metros, hallado en Hellin en Albacete, España, y ahora exhibida en Madrid. Posee dieciseis paneles principales octagonales, los cuatro del centro representan las estaciones. Los doce paneles exteriores originalmente etiquetados con los nombres de los meses, cada uno tenía una deidad montada sobre un monstruo o genio alado simbolizando un signo zodiacal La elección de la deidad aquí parece depender del calendario religioso mas que del rústico. La deidad honorada es aquella honorada por el principal festival del mes. Los siguientes meses han sido conservados:

- Febrero - etiqueta solamente

- Abril - Venus montando un hombre-toro, Tauro. (El festival Veneralia se celebraba durante las Calendas de Abril).

- Mayo - Mercurio montando un genio alado que sostiene gemelos en su mano extendida, Géminis. (Mayo fue nombrado de Maia, la madre de Hermes-Mercurio, y un festival que honoraba madre e hijo se celebraba en las Ides de Mayo).

- Agosto - Diana sentada sobre un centauro que sostiene una flecha, Virgo. (El natalicio de Diana era celebrado durante las Ides de Agosto. La Vulcanalia también era celebrada en Agosto, pero mas tarde en el mes luego del cambio del signo zodiacal, y Vulcano es mostrado aquí como el tutelar del próximo mes).

- Septiembre - Vulcano sobre genio alado portando una balanza, Libra

- Octubre - deidad barbilampiña con casco vestida de una larga falda (una diosa marcial tal como Minerva mas que Marte) montando sobre un genio alado que vacía un canasto de uvas, en el cabello están las garras de Escorpión. (El principal festival de Octubre, el Armilustrum, celebraba al ejército. Octubre era el final tradicional del año de combate).

- Noviembre - diosa alada con cetro, sentada sobre un centauro portando un arco y flecha, Sagitario. (La diosa velada es seguramente Isis ya que el gran festival de Isis era en Noviembre, extendiéndose desde Octubre 28 a Noviembre 3).

- Diciembre - Diosa con lanza (seguramente Minerva) montando una creatura con pata de cabra, Capricornio.
 
 

2. Las mas antiguas representaciones de los dioses de los meses existentes fuera de Egipto son una serie de medallones con bustos de dioses pintados en una pieza a la orilla oeste de Pompeya. Estos pueden ser fechados como anteriores a la destrucción de Pompeya en el año 79 d.C. Los cuatro bustos identificables describen Abril (Venus), Julio (Júpiter), Septiembre (Vulcano) y Noviembre (Diana).

3. Otra alfombra policroma en mosaico, fechada hacia el fin del siglo III d.C. o a comienzos del siglo IV d.C. Fue puesto por un tal Monnus en una villa en Trier. También incluía representaciones de los meses y estaciones. Existen ocho de estos paneles :

- Abril - solo perdura la etiqueta

- Mayo - fragmento de un caduceo, Mercurio

- Junio - diosa coronada con un cetro, Juno

- Julio - Neptuno barbudo con un tridente

- Agosto - deidad barbilampina en vestimenta roja, Ceres o Diana

- Septiembre - Vulcano barbudo equipado de tenazas

- Octubre - Bacus juvenil coronado de hojas de viña

- Noviembre - Isis

4. Una base de candelabro en márbol con los dioses de los meses de verano fue hallado en el sótano de la Villa Pinciana en Roma en 1767/68. Fechado: Roma Imperial, quizás del segundo siglo después de Cristo. Fue llevado a Paris con otras piezas de la Colección Borghese por Napoleón y se encuentra ahora en el Museo de Louvre (inv. N° MA 610). La base de tres lados posee una sola deidad en cada faz, montada sobre una figura simbolizando un signo zodiacal.

- Neptuno con caballo y delfín en antebrazo izquierdo montando sobre un tritón con patas y pinzas de cangrejo adheridas, Cáncer. El festival Neptunalia se celebraba en Roma en Julio 23, bajo Cáncer.

- Júpiter, barbudo, con aguila, montando un hombre-león, Leo.

- Diosa en peplum, originalmente con pañuelo inflado por el viento detrás de la cabeza, montada sobre una niña con vestimenta ceñida, Virgo. La diosa es o Venus, o Ceres o Diana.
 

Tabla 5: Los doce dioses del zodíaco


Signo Rústico Manilius Gabii Hellin Villa Pinciana
Aries Venus Minerva Minerva -- --
Tauro Apolo Venus Venus Venus --
Géminis Mercurio Apolo Apolo Mercurio --
Cáncer Júpiter Mercurio Mercurio -- Neptuno
Leo Ceres Júpiter Júpiter -- Júpiter
Virgo Vulcano Ceres Ceres Diana Diosa
Libra Marte Vulcano Vulcano Vulcano --
Escorpión Diana Marte Marte Diosa --
Sagitario Vesta Diana Diana Isis --
Capricornio Juno Vesta Vesta Minerva --
Acuario Neptuno Juno Juno -- --
Piscis Minerva Neptuno Neptuno -- --

 

Tabla 6: Los doce dioses de los Meses


Mes Rústico Hellin Pompeya Trier
Enero Juno -- -- --
Febrero Poseidón -- -- --
Marzo Minerva -- -- --
Abril Venus Venus Venus --
Mayo Apolo Mercurio -- Mercurio
Junio Mercurio -- -- Juno
Julio Júpiter -- Júpiter Poseidón
Agosto Ceres Diana -- Diana/Ceres
Septiembre Vulcano Vulcano Vulcano Vulcano
Octubre Marte Diosa -- Bacus
Noviembre Diana Isis Diana Isis
Diciembre Vesta Minerva -- --

 

LOS DIOSES PLANETARIOS forman un grupo cerrado de siete, que se distingue rápidamente de los de los doce meses o dioses del zodíaco por la presencia de Saturno. Es evidente que ambas distribuciones co-existieron al mismo tiempo. Por ejemplo, tanto los dioses de los doce meses/zodíaco y los siete son representados en grupos separados en medallones pintados en la misma pieza de Pompeya. Los siete dioses planetarios también fueron combinados con los signos del zodíaco que generalmente regencian. Así es como en Pompeya, Júpiter es representado al mismo tiempo como un dios de los meses/zodíaco protegiendo Julio/Leo y como el dios planetario gobernando sobre los dos signos, Sagitario y Piscis.

Los siete dioses planetarios eran relacionados con los doce signos en un grupo de monedas astrológicas emitidas por Alejandría bajo Antonius Pius (137-167 d.C.). Cada una de las monedas tiene un solo dios planetario combinado con el signo zodiacal normalmente asociado con ese planeta particular.

Los siete también son representados en una alfombra policroma en mosaico de Bir Chana en el Norte de Africa. Aquí Saturno ocupa el panel central con los seis dioses planetarios restantes en los paneles adyacentes y los signos del zodíaco entre estos y el borde exterior.

EL CULTO de los doce dioses parece haber sido ocultado luego de la Batalla del Puente Milvian en 312 d.C., en el cual Constantino, inspirado a presentar batalla bajo el símbolo del Dios Cristiano ( una cruz flameante que apareció en el cielo con la inscripción "En esta conquista"), venció a Maxentius, quién presumiblemente tenía de su lado a los dioses de Roma. Como consecuencia se pensó que el Dios de los Cristianos debía ser el Ser Supremo en quién el bienestar del estado dependía. Constantino, convertido al cristianismo, Lo aceptó como tal, y concedió los derechos civiles y la tolerancia a los Cristianos a través del todo el imperio. Estaba agradecido con el Dios Cristiano por su éxito, y no a Júpiter Optimus Maximus y al resto. De esta manera, Constantino, por necesidad, estableció un nuevo patrono divino para el estado.

El culto tuvo que recurrir al engaño. Uno de los padres de la Iglesia, Clemente de Alejandría (150-215 d.C) había escrito en Excepta ex Theodota que los apóstoles reemplazarían a los signos del zodíaco, presidiendo sobre el renacimiento como anteriormente los signos habían velado sobre el nacimiento. Los doce olímpicos se dieron por aludidos y se convirtieron en los doce apóstoles.

Para su lugar de entierro, Constantino, que había sido, antes del Puente de Milvian, un ardiente seguidor del Sol Invictus como el dios supremo universal,se hizo construir un mausoleo, que dedicó como Iglesia de los Sagrados Apóstoles. Su sarcófago fue ubicado en el centro, costeado por los memoriales a los doce apóstoles (también podría considerársele como una representación del Sol rodeado por los doce signos del zodíaco). Tres de los apóstoles tenian estrellas talladas al lado de sus cabezas, lo que tiende a confirmar esta asimilación de los apóstoles con las deidades astrales y el zodíaco.

Tanto si el descarado acto final de Constantino en su lecho de muerte pudiese ser interpretado como una vuelta atrás a la antigua religión pagana, seguramente que no agradó a la recientemente empoderecida Iglesia en Roma. Su sarcófago fue bastante rápidamente sacado de la Iglesia de los Doce Apóstoles, con el pretexto de que el edificio era inseguro (esto ocurrió después de solo un año o tanto de la construcción del edificio, durante el gobierno de su hijo Constantius II), y colocado en una rotonda cerca de la iglesia, lugar donde mas tarde otros emperadores serían también enterrados.
 

Tabla 7: Relación entre los doce dioses y los doce apóstoles


Signos Olímpicos Apóstoles
Aries Minerva Pedro
Tauro Venus Simon Zelotes
Géminis Apolo Jaime "el menor"
Cáncer Mercurio Andrés
Leo Júpiter Juan
Virgo Ceres Felipe
Libra Vulcano Bartolomeo
Escorpión Marte Tomas
Sagitario Diana Jaime
Capricornio Vesta Mateo
Acuario Juno Tadeo-Judas
Piscis Neptuno Judas Iscariota

 

Hubo un renacimiento de la antigua religión pagana durante el breve gobierno de Julián El Apóstata (361-363 d.C.). Aliado y aconsejado por Neoplatonistas, trajo devuelta a los doce dioses y retiró los privilegios a la Iglesia. Pero esta resurección no sobrevivió a la muerte de Julián. Luego de esa humillación, la Iglesia Cristiana insistió en que los nuevos emperadores actuaran según sus dictados.

El 8 de Noviembre, 392 d.C., el emperador Theodosius (nacido el 11 de Enero del 347 a.D.), a instancias del Obispo Ambrosio, prohibió completamente la adoración de los dioses paganos (también puso fin a los juegos olímpicos). Sobrevino una guerra religiosa. En la batalla del río Frigidus el 5 de Septiembre de 394, Theodosius venció a Eugenius y a Arbogast, los líderes de la revuelta pagana. Mas tarde la tradición cristiana interpretó esencialmente la victoria como un juicio divino: el dios de los cristianos había triunfado sobre los dioses romanos. Ustedes recordarán que el Di Consentes había sido introducido en Roma seiscientos años antes, cuando la ciudad estaba en peligro de ser capturada por Aníbal. A partir de ahí, Roma se había elevado a alturas extraordinarias. Ahora los doce dioses eran arbitrariamente destituidos. Dentro de veinte años Roma yacería en ruinas, saqueada por Alarico y sus visigodos, el último emperador de Roma vivo y en buena salud, viviendo lejos en Constantinopla.

Un acontecimiento relacionado a ello fue el procesamiento del priscilianismo. Prisciliano fue uno de los primeros obispos cristianos que fue desacreditado por haber sido el primer herético que recibió la pena capital. Fue ejecutado en el año 385. La doctrina poco ortodoxa que fundó, que incluía la creencia en que los signos del zodíaco estaban bajo el patrocinio de los doce patriarcas, perduró hasta el año 561 o 563. En uno de estos años el Concilio de la Iglesia en Braga, España, pronunció un anatema, una prohibición eclesiástica formal o excomunicación, contra el Priscilianismo y específicamente incluía a cualquiera que considerase a los signos del zodíaco como estando bajo el patrocinio de los doce patriarcas. Con esta denuncia formal de la herejía de la creencia pagana en la cristianización de los dioses olímpicos como protectores del zodíaco, desaparecieron los dioses de los meses y del zodíaco de 2000 años de existencia.

El neoplatonismo aceptó los doce dioses, para ellos los dioses olímpicos controlaban el universo. Como el nombre lo implica, esto fue un renacimiento del platonismo, que ocurrió en el tercer siglo d.C. Los neoplatonistas continuaron a florecer hasta el quinto siglo, pero su academia fue cerrada en el 529 d.C. por el emperador Justiniano, poco antes del Concilio de Braga. A partir de entonces la doctrina se fue desapareciendo en la forma de un agnosticismo místico.

Tabla 8: Las naturalezas de los doce dioses


Creadores Guardias Dadores de Vida Inspiradores
Júpiter Vesta Ceres Mercurio
Neptuno Minerva Juno Venus
Vulcano Marte Diana Apolo

 
Los doce dioses fueron divididos en cuatro grupos, cada uno de tres (inicio, medio y final), como enumerados en la Tabla 8. Los dioses creativos y paternales conforman el universo, los dadores de vida le dan vida, los inspiradores lo harmonizan, y los guardias lo conservan y lo protejen. [7]

La naturaleza de los doce dioses eran explicados como sigue:

Júpiter se sitúa en el lugar mas elevado de la tríada, ordenando almas y cuerpos, y preocupado de todas las cosas. Neptuno completa la parte media de la creación y gobierna especialmente el orden espiritual, ya que es el dios que causa movimiento y todo nacimiento. El alma es la primerísima de las cosas producidas y el movimiento es de acuerdo al ser (por ejemplo, planta, ave, pez, humano). Finalmente, Vulcano inspira la naturaleza de los cuerpos y fabrica todos los asientos de los dioses en el universo.

De la tríada inmóvil y protectiva, Vesta es primera porque ella conserva la existencia misma de las cosas y las mantiene no desafiadas. Minerva guarda las creaturas intermedias en vida inquebrantable, inteligente y espontánea, elevándolas de la materia. Marte hace brillar su poder sobre las creaturas en forma corpórea.

Ceres gobierna todo lo que da vida, produciendo enteramente todo lo que da vida en el universo, intelectual, espiritual, y aquello inseparable del cuerpo. Juno vela sobre la parte media, devocionándose a la producción del alma. Ya que la diosa intelectual, Ceres, envio desde ella todas las emanaciones de otras entidades espirituales. A Diana se le asigna el fin, despertando a todo el Logoi natural a la actividad y completando la auto-suficiencia de la materia.

De los últimos, la triada inspiradora o harmonizadora, Mercurio es líder de la filosofía. Así, a través de ella guía y eleva las almas y con sus poderes dialectales los envía, en entero y en parte, arriba hacia el bien en sí mismo. Venus es la causa primera del movimiento de la inspiración erótica que impregna toda cosa y adapta aquellas vidas elevadas por ella hacia lo bello. Ella está desnuda puesto que su función, la armonía, crea lo bello y lo bello no se esconde. Apolo, a través de la música completa todas la cosas y corrige todas las cosas, moviéndolas en entero, y atrayéndolas a través de la armonía y el ritmo hacia la verdad intelectual y la luz que se encuentra allí.

En algunas enumeraciones Plutón reemplaza Vulcano. Los neoplatonistas aceptaron los doce dioses como un legado de Platón. Conectaron a cada dios olímpico con el planeta o elemento generalmente asociado con él o ella. Demeter subsecuentemente cedió su lugar entre los doce a Saturno, presumiblemente porque Cronos-Saturno no era un olímpico. Apolo y Aremis cedieron el suyo a Helios y a Selena (el Sol y la Luna) Vesta representa la tierra, Neptuno el agua, Juno el aire, y Vulcano el fuego.
 

Discusión

¿Hay alguna pertinencia entre todo esto y la práctica de la astrología moderna? Yo creo que si.

La asignación de los doce dioses a cada uno de los meses precedió claramente al reparto de los signos del zodíaco entre los mismos doce olímpicos. Era un esquema de regencias mas antiguo. Cuando el zodíaco fue definido, cada uno de los doce dioses de los meses (¿automáticamente?) se convirtieron en protectores de un signo zodiacal. Mas tarde, o incluso al mismo tiempo, los siete planetas fueron también relacionados a los mismos doce signos. Si podemos entender algo de como la repartición original ocurrió, y como y porqué llegó a cambiarse por el que todos conocemos, honoramos y obedecemos, quizás podemos mejorar nuestra comprensión de la relación entre los siete planetas y los doce signos. Mucho de lo que hacemos en astrología depende de esta relación.

La misma secuencia de los doce dioses aparece en el Calendario Rústico, en Manilius y en el Altar en Gabii (ver Tabla 5). Mientras que es imposible de afirmar que ésta es actualmente la verdadera secuencia básica, existe una concordancia general de las otras fuentes sobre la ubicación de Vulcano, Júpiter y Venus.

El Altar de Gabii presenta un problema de interpretación ya que las fotografías indican que los símbolos de las deidades están intercalados a medias entre cada uno de los signos zodiacales representados (ver Tabla 4). La tortuga alada de Mercurio esta a medias entre el signo de los mellizos y aquel del cangrego. Si relacionamos el símbolo al signo anterior la distribución del Calendario Rústico es confirmado, y si se le asocia con el signo siguiente entonces Manilius es confirmado.

Tanto la tortuga como el cangrejo eran un símbolo de Cáncer, las dos creaturas como el signo son conocidos por sus caparazones duros; las alas de la tortuga indican que Mercurio-Hermes es el guardia del signo. Esto apunta hacia el esquema de Manilius.

Las únicas otras representaciones que tenemos, aquellas de Hellin, ... etc. concuerdan en que Vulcano es el protector de Septiembre y/o de Libra. Suponiendo que esto también era así en Gabii, tenemos mas evidencia de que el símbolo que precede el signo del zodíaco sería el que debe relacionarse al signo y de que Gabii es un ejemplo del esquema de regencias de Manilius. Esto sugiere que es la versión de Manilius la que fue aceptada en vez de la detallada en los Calendarios Rústicos.

Cinco fuentes relacionan a los dioses olímpicos con los signos del zodíaco (ver Tabla 5). Si ignoramos el Calendario Rústico, tenemos a Venus consistentemente como la protectora de Tauro, Júpiter de Leo, y Vulcano de Libra. De las parejas estándar de los dioses (mostrados en la Tabla 2), suponemos, por consiguiente, que Marte es el protector de Escorpión, el signo opuesto al de Venus; Juno a oponerse al signo de Júpiter; y Minerva proteger a Aries, el signo opuesto al Libra de Vulcano.

¿Existe una lógica aparente de la distribución original de los doce olímpicos entre los doce meses y los signos?

Aries y Libra tenían a Atenas-Minerva y Efestos-vulcano como sus dioses guardianes.

Atenas-Minerva es la diosa de la sabiduría. A su nacimiento, se nos dice que salió de la cabeza de Zeus vestida de su armadura, blandiendo su lanza, y dando su grito de guerra. Aunque es una diosa marcial, su atributo mas característico es su inteligencia práctica y ella es la protectora, inspiradora y profesora de todos los trabajadores especializados y artistas. Sus rasgos mayores son la prudencia y el valor. Nunca va a la guerra a menos que es forzada, y cuando pelea, siempre gana. Su emblema es la lechuza.

Efestos-Vulcano es el feo herrero-mago, cojo, es el artesano y shaman arquetípico, el dios de la perfección tecnológica que crea muchas cosas maravillosas. También es una deidad del fuego volcánico, que usa en su forja. Sus emblemas son sus tenazas y la codorniz, un ave que baila cojeando en primavera.

Aries simboliza la cabeza de la cual salió Atenea. La asociación Efestos-vulcano con Libra, una constante en todas partes, es sin duda debido a la balanza forjada siendo el unico objeto manufacturado del zodíaco. Ariel Guttman y Ken Johnson [8] astutamente sugieren que Atenea y Efesto son emparejados porque ambos nacieron de un pariente celibato, Atenea de Zeus sin intervención femenina, y Efesto de Hera sin contribución masculina.

Tauro y Escorpión fueron asociados con Afrodita-Venus y Ares-Marte.

Afrodita-Venus es la diosa de la sexualidad, la belleza y el amor. Introduce el deseo en el hombre y los animales, y estimula su urgencia sexual, amor físico y unión corpórea. Ella representa el poder de atracción que une a la gente. Su emblema es la paloma.

Ares-Marte es simplemente el dios destructivo, matón de la guerra. Goza en asesinar y saquear. No se dice nada mas de él en mitos, aparte de su aventura con Venus. Sus emblemas son un jabalí salvaje, un lobo, y una lanza ensangrentada.

Damos las regencias de estos dos mismos signos a los planetas nombrados en el nombre de este par de dioses.

Géminis y Sagitario fueron dados a Apolo y a su hermana melliza Artemisa-diana.

Apolo representa tanto la iluminación predecible como fortuita. El es el dios del Sol, y es músico como arquero, el uno indica la serenidad, respeto de la ley y orden, y divina armonía. El otro, maestría de las distancias y por lo tanto desprendimiento de lo ‘inmediato’. Es el dios calmo de la curación, de la luz, de la inteligencia, y de las artes, que mantiene alejado el mal y se asociaba con los oraculos y la profecía verdadera. Su mensaje a la humanidad "Conócete a ti mismo" es una directiva a la comprensión universal. Su emblema es el ratón y el trípode.

Artemisa-Diana es la diosa de la Luna. Los primeros cristianos la consideraban su mayor rival; los Evangelios ordenaban la total destrucción de sus templos. Ella es la patrona de los cazadores, de los animales salvajes y de las doncellas. Ella es la diosa de la castidad que representa lo intocable, y es indiferente al amor. Ella preside sobre el nacimiento y, como su hermano Apolo, es una hábil arquera, nunca se le ha visto sin su aljiba de flechas y su arco. Su emblema, la osa, conmemora al animal salvaje mas peligroso de la antigua Grecia.

La conexión de los mellizos y el arqueo con Géminis-Sagitario es obvia.

Cáncer y Capricornio fueron dados a un par de dioses que parecen completamente opuestos en su naturaleza el uno del otro: Hermes-Mercurio y Hestia-Vesta.

Hermes-Mercurio es el mas listo de los dioses, el dios-timador del ardid y de la doblez, del robo y de las aventuras amorosas nocturnas. También es el astuto compañero del hombre, el dador sin rival de cosas buenas, protege el rebaño, las manadas y los caminos, y es el patrono del comercio, del negociante, de los banqueros y de los adivinos. El es el intermediario: el heraldo y el mensajero de los dioses, y guía de los muertos. Los filósofos lo identificaban con la divina inteligencia, el Logos; los padres de la Iglesia lo comparaban con Cristo; y los alquimistas (los herméticos) del renacimiento lo consideraban el catalizador arquetípico. Sus emblemas son el cráneo, sus sandalias aladas y el caduceo.

Hestia-vesta nunca deja el Olimpo. Ella es la que se queda en casa, la protectora del hogar, diosa de la familia y de la paz; se cuenta con ella para siempre estar allí en el centro del mundo. Su llama arde continualmente, representando la luz, el calor y la seguridad. Debido a su amabilidad era la diosa mas venerada de las deidades. Su emblema es la lámpara.

El tiempo de Vesta en el año (ahora lo llamamos Navidad) continúa siendo celebrado hoy en día como un festival de luces. La tutela de Mercurio sobre Cáncer no es tan extraño ya que podemos inicialmente pensar: la gente con este signo elevándose al nacimiento son a menudo grandes viajadores, y siendo Cáncer el doceavo signo del zodíaco griego y de tal manera asociado con el fin de las cosas, por ejemplo, con la muerte, Hermes-Mercurio, como el olímpico responsable de guiar las almas al mundo subterráneo, el psicopompa, es el guardián apropriado.

Leo y Acuario fueron asignados a Zeus-Júpiter y su consorte Hera-Juno.

Zeus-Júpiter es el jefe incontestado de los dioses, es el señor absoluto del universo. El es el Padre de Todo, la deidad suprema, que pobló los cielos y la tierra por medio de sus promiscuas relaciones. A veces se le llama Jové, y los judíos y cristianos le conocen por Jehova. Representa la prudencia y el orden dominante sobre todo. El es el gran dispensador de justicia. Sus emblemas son el águila y el rayo.

Hera-Juno, la celosa esposa y hermana de la deidad suprema, es preeminentemente la diosa del matrimonio y del nacimiento, y por ende de la perpetuación de la raza Su emblema es la vaca, el león y el pavo real.

Leo ha sido siempre considerado el signo preeminente del gobernador universal. El año nuevo griego comenzaba cuando el Sol entraba en el signo. También se asocia a Leo con Cibeles, la Madre del Universo. Fuego Fijo es la mas fuerte y mas absoluta combinación de modo y elemento; es el signo del potencial actualizado, del ‘Yo soy’. Leo solo podía ser dado al dios supremo. Su consorte obtiene entonces automáticamente el signo opuesto de Acuario.

Virgo y Piscis fueron destinados a Demeter-Ceres y Poseidón-Neptuno.

Demeter-Ceres el la dadora de leyes y la diosa de la agricultura y de la fertilidad. También es, en asociación con Plutón (ver el mito de Persefona/Kore), diosa de los misterios. Estos incluyen el destino cíclico de la vegetación: nacimiento, vida, muerte, y renacimiento. Los misterios enseñaron que la vida del hombre es como la vida de los cereales, la fuerza y la perennidad son accesibles a través de la muerte. Los muertos retornan a la Madre Tierra (De-meter = la madre), con la esperanza de compartir el destino de la semilla sembrada. Sus emblemas son una canasta y la amapola, que florece roja como la sangre entre la cebada.

Poseidón-Neptuno es el Mar; el colérico, malhumorado señor del océano. Como marido de la tierra, él era el que hacía temblar la tierra, fabricante de terremotos. Sus emblemas son los delfines, el caballo y el tridente.

Virgo es asociado con la estrella fija Spica, la Oreja de Trigo, y Demeter-Ceres es la diosa de los cereales. Poseidón-Neptuno es el dios del mar y Piscis es el signo del mar. Este emparejamiento tiene sentido cuando recordamos que Poseidón es el marido de la Tierra y que Demeter-Ceres es la diosa de la Tierra.

Parecen existir perfectamente buenas razones míticas para la asignación de los doce dioses a cada uno de los doce signos del zodíaco. Sin embargo, las naturalezas esenciales de los siete dioses planetarios y sus subsecuentes relaciones con los doce signos del zodíaco deberían haber sido detectados muy diferentemente. Uno esperaría que las naturalezas de los siete dioses planetarios habrían sido descubiertas por medio de observaciones a través del tiempo, de los efectos observados sobre la vida a las culminaciones y al horizonte oriental, empíricamente. Estas naturalezas planetarias serían, a su vez, aliados a aquellos de los signos del zodíaco, exhibiendo atributos similares. Yo creo que esto sucedió solo en parte.

EN GRECIA, la atribución de la naturaleza de los dioses a los planetas mismos fue lento a desarrollarse totalmente. Siguiendo las anteriores sugestiones de Platón, la fuerza directiva parece haber sido el Epinomis, escrito en el cuarto siglo a.C. por Felipe de Opus, quién había sido el secretario de Platón a su vejez. Este establecía que los planetas debían de ser dioses, como ya lo sabían los egipcios y los babilonianos desde hace mucho tiempo, y que los griegos deberían aceptar este saber y religión, después de mejorarlo. Mientras se rinda la debida reverencia a los antiguos dioses, de acuerdo a las tradiciones venerables, el culto a los dioses visibles, los cuerpos celestes, debería ser la religión del estado. Por medio de la precisión eterna de su movimiento, los planetas revelan que ellos mismos son dioses, cada planeta regulando su propio movimiento con una inteligencia divina y repitiéndolo eternamente para dar testimonio de su propia sabiduría. [9]

La religión astrológica inicialmente defendida por el Epinomis gradualmente evolucionó a la religión suprema en el mundo pagano. Los antiguos dioses aún seguían siendo adorados, pero sus aventuras mitológicas eran siendo cada vez mas consideradas como infantiles e inmorales; la gente pensante consideraba a la astrología como muy racional y la mayoría de los miembros de la elite intelectual la consideraba como una ciencia

Inicialmente los griegos conocían a los planetas por términos expresivos mayoritariamente relacionados a su luminosidad, tal como Fainón por Saturno, Phaethon (Júpiter), Pyroeis (Marte), Phosphoros (Venus), Stilbon (Mercurio). La última palabra que significa Centelleante o Parpadeante, fue usado para Mercurio por Eudoxos y Aristóteles. Estos mismos nombres de los planetas seguían siendo utilizados en la interpretación de un horóscopo fechado el año 81 d.C. [10]

Podemos suponer con seguridad que los primeros astrólogos griegos no comenzaron de cero. A partir del cuarto siglo a.C., en virtud de las conquistas de Alejandro, estuvieron en estrecho contacto con sus homólogos en Babilonia y Egipto, quienes poseían "un milenio" de observaciones. Teofrastus, el sucesor de Aristóteles que murió el 322 a.C., de quién se afirma haber dicho que los caldeanos eran capaces de predecir, en su época, no solo el clima de los cielos pero también la vida y la muerte de todas las personas. Por lo tanto los griegos deben de haber podido obtener de otros un inventario de los atributos que podían ser asociados con cada uno de los siete planetas.

Habrían aprendido, por ejemplo, que su Pyroeis era el mismo planeta que los babilonios llamaban Nergal, y que Nergal con su color de fuego rojo y su movimiento a saltos, había sido identificado como un tirano sangriento y capricioso, el enemigo del hombre, un planeta que cuando visto en ciertos lugares del cielo era capaz de perturbar toda la naturaleza. Los griegos habrían reconocido la similitud de naturaleza del llamativo Nergal o Pyroeis con su propio dios de la guerra. Así es como Pyroeis llegó a ser conocido como ‘Pyroeis la Estrella de Ares’.

Marduk, el nombre dado por los babilonianos a su dios supremo, solo podía ser Zeus; había solo un dios supremo. Marduk fue asociado con el planeta que los griegos conocían por Faeton. Astrológicamente, ‘Faeton la Estrella de Zeus’ mezclaba la supremacia del olímpico, Padre de los dioses y del Hombre, con el aspecto astrológico de Dios de la Atmósfera.

Afrodita e Ishtar fueron nombres diferentes para la misma diosa del amor y del placer. Fosforos en consecuencia era la Estrella de Afrodita, aunque el planeta continuó a ser conocido como la estrella del amanecer o del atardecer, la que brillaba en la obscuridad como el fósforo.

El Nabu babilónico, como Hermes, era un intrigante engañoso y astuto y un entreprendedor, también era elocuente y un estimulador de las artes. Los griegos conocían al planeta Nabu como Stilbon; así es como el planeta parpadeante cercano al Sol, que se mueve rápidamente y esta constantemente girando y dando vueltas hacia adelante y atrás paso a ser la Estrella de Hermes.

El planeta Ninib tenía un aspecto apagado, lívido y se movía lentamente; este era el planeta que los griegos conocían como Fainón y que los babilonianos asociaban con un hombre prudente, grave, melancólico y viejo, indiferente al destino humano e incluso un poco malévolo. Esa descripción no coincidía con ningún miembro del grupo de los doce olímpicos, pero si identificaba a Cronos, el exiliado padre de Zeus, Poseidón, Hera y Plutón. Fainón pasó a ser la estrella de Cronos. Debido a su edad, los astrólogos griegos le dieron una especie de primacia; pero también a través de asociaciones antiguas con el momento de la siembra, se creía que poseía una virtud generativa - aunque la paternidad no le iba nada de bien con sus años.

Unos 200 años o tanto pasaron antes de que los planetas adoptaran finalmente sus nuevas identidades y fuesen simplemente conocidos como Cronos, Zeus, Ares, ... etc. Por el uso de los nombres planetarios antiguos, el astrólogo que hizo el horóscopo del año 81 d.C. Puede que nos esté diciendo la fecha aproximada de cuando ocurrió el cambio. Todos los horóscopos conocidos después de esa fecha usan la nueva nomenclatura planetaria.

Aunque los astrólogos no intentaron liar los planetas con las diversas mitologías contadas sobre los dioses, si aparecen haber recurrido a la mitología para el carácter esencial de cada deidad escogida, el complejo de asociaciones suscitadas por el nombre.

Estas asociaciones de un dios con un planeta y el carácter que ese dios había desarrollado parece que fue aceptado por los griegos como axiomas científicos de los cuales se podía deducir el tipo de influencia que ejercía el planeta. Como los dioses, los planetas eran considerados como seres con voluntad, sexo y fuertes emociones. Sus naturalezas vivientes se reflejaban en los términos que los primeros astrólogos usaban para ellos. Ellos podían ver, escuchar, regocijarse, apenarse, estar contentos o tristes, obedecer o no, simpatizar o no, e incluso se decía que portaban lanzas que, en las ocasiones apropriadas, podían lanzar.

LA ASIGNACIÓN de los siete planetas entre los doce signos, 7-en-12, tiene cada uno de los cinco verdaderos planetas recibiendo la regencia de dos signos cada uno y los dos signos restantes gobernados por las luminarias. La secuencia de los gobernadores planetarios probablemente se relacionan al movimiento diario aparente de los planetas. [11] Así el mas lento, Saturno, se encuentra a una punta y el mas rápido, la Luna, a la otra, y la secuencia sigue: Saturno-Júpiter-Marte-Venus-Mercurio-Luna por un lado, y se devuelve Sol-Mercurio-Venus-Marte-Júpiter-Saturno por el otro.

Este esquema de regencias es muy diferente a aquel de la antiquísima asociación de los doce dioses a los meses y a los signos del zodíaco. ¿Es que podemos suponer que el antiguo sistema que dió un dios protector a cada mes no fue solo arbitrario, pero que también se desarrolló a través del tiempo? Existe evidencia de que en diferentes países dioses con atributos similares protegían el mismo mes: por ejemplo, Vulcano y su tocayo fue asociado en todas partes con Septiembre y el signo Libra. Estas asignaciones venerables fueron aparentemente ignoradas cuando se le dieron a los siete planetas sus regencias sobre los doce signos. ¿Por qué ?

¿Son los planetas más eficaces, más verdaderos a sus esencias naturales cuando ubicados en los signos que el sistema 7-en-12 los hace gobernar? ¿Son estas asignaciones basadas en observaciones sobre los efectos que tienen en la vida estos planetas cuando en distintos signos?

¿O fue este un elegante ejercicio en la simetría planetaria, la creación de algun astrónomo pitagoriano? ¿Fue un ejercicio teórico de como deberían ser las cosas - había una fuerte creencia entre los griegos en la primacia de los números y de los armónicos? ¿Fueron las manifestaciones de todos los días simplemente ignoradas, consideradas solo como sombras inadecuadas de una realidad verdadera?

Dado que este planteamiento de la regencia de 7-en-12 ha de ser adoptado, ¿cual es el signo ancla, donde comienza la secuencia ?

Leo contenía la estrella Regulus, que los babilonianos conocían como Sharru, el Rey. En India Regulus era Magha, el Poderoso, y en Persia era Miyan, el Centro, el líder de las Cuatro Estrellas Reales de la antigua monarquia persa, los Cuatro Guardianes del Cielo. A través del antiguo mundo estas cuatro estrellas reales (las otras tres eran Aldebaran, Antares y Fomalhaut), cada una de ellas están separadas por seis horas de ascención directa, eran utilizadas para marcar los cuatro cuartos de los cielos. En la época en que esta división por cuatro fue inicialmente pensada, Regulus yacía muy cerca del solsticio de verano.

Los griegos habrían sabido sobre la estrella real en Leo, el primer signo de su año.

En astrología el Sol rige Leo, mientras que Júpiter rige sobre Sagitario y Piscis. El dios olímpico Zeus-Júpiter era originalmente el protector de Leo porque, presumiblemente, sus atributos y aquellos del signo coinciden. El olímpico Zeus-Júpiter es el dios supremo y Leo contiene a Regulus, el trono celeste reservado al dios de los dioses. Sin embargo, en astrología el Sol como fuente de vida es considerado superior a todos los planetas, incluyendo Júpiter. El Sol, y no Júpiter, debe por lo tanto regir este signo de fuego fijo.

En algun momento en el distante pasado tuvo lugar un complicado juego de sillas musicales celestes. Puede haber sucedido como sigue:

Primero, el Sol toma el poder de Leo y fuerza a Júpiter-Zeus fuera. Entonces la Luna, como el planeta femenino supremo toma el lugar de Juno, no el de Diana. Junio es el mes de Juno [12] en el que comienza Cáncer, de modo que la Luna pasa a regir Cáncer. La Luna rigiendo Cáncer, la diosa olímpica lunar, Diana-Artemisa, automáticamente pierde su protección sobre Sagitario y se le fuerza fuera del círculo. Al mismo tiempo Mercurio-Hermes debe hacer lugar para la Luna, así es que él se mueve al lado a Géminis, el signo dejado vacante por Apolo cuando el Sol asumió la regencia de Leo. El planeta Júpiter ahora no puede simplemente cambiar de lugar con el dios Sol Apolo pero en vez reemplaza a la diosa Luna Diana-Artemisa como gobernador de Sagitario.

Y sin duda que debe de haber doce otras posibilidades de escenario.

Ahora tenemos, para los dioses planetarios, a Venus gobernando a Tauro (ningún cambio), Mercurio como el nuevo gobernante de Géminis, Diana (la Luna) como la nueva gobernante de Cáncer, el Sol en su lugar correcto gobernando a Leo, Marte como el gobernante de Escorpión (ningún cambio), y el planeta Júpiter gobernando Sagitario. Eso es por seis de los siete. Saturno no era un olímpico, puede que lógicamente haya reemplazado a Ceres-Demeter, la protectora olímpica de Virgo - originalmente él era el dios romano de la agricultura - pero eso habría trastocado la simetría de las regencias involucrando los diferentes movimientos diurnos de los planetas. Saturno tiene el movimiento diario mas lento de todos, así es que se le dió la regencia de los signos mas lejanos al Sol y a la Luna, aquellos previamente gobernados por los olímpicos Vesta-Hestia y Juno-Hera. Los signos restantes reciben entonces automáticamente sus gobernadores de acuerdo al esquema del movimiento diurno, y los olímpicos que no eran también dioses planetarios dejan el círculo zodiacal.

Todo esto nos deja algunas preguntas interesantes. El cambio de regencia de Leo es comprensible. ¿Pero existen verdaderas razones empíricas, que afecten la interpretación, para los otros cambios? ¿Fueron estos cambios realizados solo para crear un esquema de regencia que fuese simétrico a las luminarias?

Por supuesto, no es enteramente imposible que la regencia de los siete dioses planetarios precediese la asignación de los doce olímpicos como protectores de los signos. La serie de movimientos hipotéticos de regencia/protectores entonces habría sucedido al revés ¿Podría ser que entonces el esquema de regencia planetaria fuese basado en anteriores evidencias de la vida de los diversos efectos de los planetas en diferentes signos? Como astrólogo del XXavo siglo, así es como yo hubiese preferido que haya sucedido. Pero, si fue así, ¿como fue que el grupo de los doce protectores olímpicos (el que presumiblemente fue conocido y aceptado por las masas griegas) llegase a ser tan diferente? ¿Es esto una indicación que el anterior saber astrológico era esotérico, escondido de los no iniciados, como en las religiones de misterio? ¿Fue el saber astrológico disponible solo a unos pocos privilegiados?

Mientras mas lo pienso, parece menos posible que el esquema de regencia planetaria precediese la de los doce dioses. Existe amplia evidencia que demuestra que los doce dioses habían sido protectores de los meses mil años antes de que el zodíaco fuese por primera vez dividido en signos. Y pasar de la regencia de los meses a la regencia de los signos es un paso tan simple y obvio, incluso si existiese alguna duda en como asignar lo mejor posible un dios de mes a un signo del zodíaco: tanto si el protector del mes debiese ser relacionado al signo ocupando la mayoría del mes o al que comienza durante el mes, como hemos visto en el contraste entre el Calendario Rústico y el esquema de protectores de Manilius. Los regentes de los doce meses llegaron primero, luego pasaron a ser los regentes de los doce signos.

Existen, sin embargo, diferencias mayores que involucran el signo regido por un planeta y aquellos bajo la protección de un dios con el mismo nombre.

Si el Sol astrológico es el Júpiter-Zeus olímpico, ¿que planeta se relaciona al Apolo olímpico? ¿Es el planeta Júpiter?

¿Pueden ser atribuidos al planeta Júpiter algunos de los atributos mitológicos del olímpico Zeus-Júpiter? ¿Deberían relacionarse todos al Sol?

Los astrólogos concedieron a Mercurio el signo Géminis de Apolo, cuando su tocayo olímpico Mercurio-Hermes fue sacado de Cáncer por la Luna. Apolo y Mercurio están conectados en la mitología - poco después del nacimiento de Mercurio (como Hermes) él robó el ganado de Apolo y mas tarde fabricó y dió a Apolo la lira con la cual el dios del Sol encantó al mundo que escuchaba. ¿Es el planeta Mercurio el compuesto de dos olímpicos - Mercurio-Hermes y Apolo? ¿Que debiésemos entender por la tentadora declaración en Pliny: "El planeta al lado de Venus es Mercurio, llamado por algunos Apolo". (mis itálicos) ? [13]

La Luna rige Cáncer, el antiguo signo de Hermes-Mercurio. ¿Significa esto que la Luna asumió los deberes de su predecesor como guía en la ultratumba, que se convirtió en guía de almas en el mundo del mas allá después de la muerte?

Si la olímpica Juno-Hera es la Luna astrológica, ¿que planeta debiésemos relacionar con la diosa luna olímpica, Diana-Artemisa?

LA ASIGNACIÓN de los signos a los planetas parece haber sido un ejercicio en simetría planetaria, sin considerar las correspondientes naturalezas de los planetas ni de los signos.

Los lectores pueden responder diciendo: "OK, así es que quizás las asignaciones iniciales de los planetas a los signos no reflejan la experiencia en la vida, pero los astrólogos han estado usando este esquema durante 2000 años o tanto, y en el proceso lo han hecho funcionar".

¿Realmente lo han hecho funcionar? ¿Realmente funciona este esquema de regencias? Por ejemplo, la regencia de los signos son una parte esencial en astrología Horaria. ¿Es esta rama de la astrología tan eficiente como lo proclaman sus adeptos? Escuchamos hablar de sus éxitos, mucho de los cuales son a menudo debido a que los planetas en el tema Horario están cerca de los ángulos o a los aspectos próximos a la Luna, y de esta manera no necesitan el uso de un sistema de regencia a lo ‘ronda de flores’ con un consultante, un disponedor, ... etc. ¿Pero qué de los muchos fracasos?

Casi cincuenta años atrás un Sr. Ionides, el autor de One Day Telleth Another (no tengo ni el nombre del autor ni el editor del libro), sugirió que la división de la eclíptica en 12 partes "no era nada de natural, pero había sido impuesto sobre la naturaleza por la creencia que el hombre tenía en ello y de esta manera han obtenido una cierta validez". Discutiendo sobre esto, Charles E. O. Carter [14], un astrólogo por quién continúo de tener un gran respeto, comentó:

En otras palabras, dejen al hombre creer cierta cosa un tiempo suficiente y con una fuerza suficiente y la Naturaleza, hablando de una cierta forma, lo acepta de él. El pensamiento, siendo esencialmente y siempre positivo, puede trabajar sobre al anima mundi pasivo y moldear esto a su voluntad.

Si esta noción tiene alguna base en los hechos, entonces su importancia práctica (como teórica) sería considerable. En ese caso, deberíamos seguramente hacer bien de abrigar en nosotros las concepciones mas superiores de los planetas...

Tendríamos que distinguir, en el caso de un planeta como Neptuno, una cualidad natural y una cualidad impresa. El primero puede cubrir tendencias neptunianas naturales tales como inspiración poética, interés en lo oculto, la propensión a los estados de confusión y de complicación, de encierro y de retiro, ninguno de los cuales aparece tener alguna conexión con el Neptuno mitológico, mientras el último incluiría todas las relaciones con el mar, lo cual sería validado porque los astrólogos, aprendiendo que el planeta sería llamado Neptuno, inmediatamente se unieron para pensar en él en términos de ese dios.

La prueba sería, ¿que significó Neptuno en los horóscopos de aquellos que vivieron antes de que fuese descubierto? ¿Aparecía solo el significado ‘natural’, o lo que yo llamo el significado ‘impreso’ también se manifiesta? Porque, según la hipótesis que he avanzado, muy provisionalmente, la última significacion no podría encontrarse.

Sé que Neptuno estaba en tránsito sobre el ascendente del Rey Jaime al momento de la Conspiración de la Pólvora, exhibiendo el ‘aspecto traicionero’ de Neptuno, el cual, creo, no es para nada mitológico.

Urano no expresa ninguna concepción mitológica particular al hombre medio, y quizás esto nos ha permitido conservar sus cualidades naturales en su forma mas o menos pura. Pero desde luego que Plutón significa algo, incluso para aquellos cuyos estudios mitológicos han sido estrictamente limitados, y es cierto que la mayoría de nosotros estamos, por decir, dandole duro como un planeta de muerte y de obscuridad.

Si la creencia del hombre hace que una cosa sea tal, entonces seguramente sera la creencia de la mayoría de la humanidad que lo hará. Los creyentes en astrología han sido relativamente pocos desde los días en que una mucha mas grande proporción de la populación mundial creía, y había hecho tal durante cientos de años, en la existencia y la naturaleza de los doce dioses.

Lo cual me recuerda que en los 1830 un doctor francés determinó que la gente que se enfermaba durante una epidemia de cólera moría o se recuperaba en la misma proporción fuesen tratados o no por un doctor. Ese incómodo descubrimiento forzó a la comunidad medical a estudiarse, a buscar las cosas que funcionaban y las que no, y a la larga la medicina se transformó de un oficio a un arte científico.

OBVIAMENTE no necesita ser sacrosanto qué planeta rige qué signo, aún cuando el sistema que hemos estado utilizando exista desde hace mucho tiempo. Si la edad de una creencia fuese nuestro criterio para decidir entre alternativas estaríamos todos creyendo que vivimos en un mundo plano en torno al cual gira el resto del universo. Ni tampoco puede guiarnos el esquema de una elegancia teórica. La astrología trata sobre el efecto que tienen los planetas y los signos al reflejarse estos en la vida.

Quizás debiésemos considerar en qué signos los diferentes planetas son más fuertes. Por ejemplo, Capricornio podría ser concedido a Mercurio, donde es mas fuerte que en cualquier otro signo: puede ser una posición de una verdadera habilidad mental y de una expresión fluida - Mercurio puede ciertamente ser capricioso. Y quizás la regencia de Virgo podría ir a Saturno. Pero, además de qué planeta rige qué signo, consideremos que quiere decir justamente todo esto sobre los principios básicos de los siete cuerpos clásicos.

El planeta Mercurio, por ejemplo, no necesita tener los mismos atributos que el dios olímpico del mismo nombre. Los nativos de Cáncer, el signo asociado con el olímpico, viajan bastante (a menudo mas que los nativos de Sagitario), generalmente como turistas o en viaje de negocios, pero es dificil de asociar al Mercurio astrológico con el signo de Cáncer en la forma que lo fue el Mercurio-Hermes olímpico. Al menos, no como actualmente interpretamos el planeta o el signo. En el mito, Mercurio-Hermes era el mensajero de los dioses. También se decía que poseía los otros atributos enumerados un par de paginas atrás.

Como cada uno de los dioses, el Mercurio-Hermes olímpico era una Idea para los griegos, un concepto primario, la esencia personificada de algo, una forma platónica o arquetipo. Mientras que nosotros suponemos interpretar un planeta generalizando sobre detalles observados, los dioses eran considerados de una manera completamente opuesta: Mercurio-Hermes representaba, entre otras cosas, el primer principio trascendente de intercambio. El era el comerciante arquetípico (y el mensajero arquetípico). Cualquier transacción de negocio era simplemente una manifestación localizada de la Forma absoluta arquetípica de Intercambio.

La asociación de Mercurio con el comercio y el intercambio ha continuado en nuestro lenguaje hasta nuestros días. Existen noventa y dos palabras en el "Oxford English Dictionary" que comienzan con la letra MERC. Cincuenta y dos de estas palabras se relacionan al intercambio y al comercio: haciendo algo por la utilidad, la recompensa o interés propio. Estas incluyen palabras como Merchant, Mercenary, Mercantile, Mercer y Merchandise. Yo incluyo el arcaico Merchet: "una multa pagada por un inquilino o siervo a su señor por la libertad de dar a su hija en matrimonio". Un significado moderno frecuente de palabras en Merc implica la substitución química (o intercambio) de un elemento por otro.

Hoy en día nuestros textos en gran parte ignoran las relaciones de Mercurio con el intercambio, el comercio y los negocios, cada vez mas se enfatiza la asociación del planeta con la comunicación. Verifiquen en cualquier libro de textos moderno.

Es improbable que haya un problema con la naturaleza astrológica de Saturno, no era un olímpico y no existe ningún mito detallado para explicar su naturaleza. Lo mismo debería aplicarse a los tres planetas descubiertos recientemente. Probablemente se aplique a Urano pero, como Charles Carter, estoy menos seguro sobre las significaciones generalmente atribuidas a los planetas Neptuno y Plutón.

El problema, si existe alguno, puede ser bastante reciente, desarrollándose solo en los recientes años. En este siglo ha habido lo que muchos consideran haber sido un paso conceptual mayor hacia como consideramos los planetas. Ahora los consideramos como entidades por derecho propio, de la misma manera en que Platón y los antiguos griegos consideraban los doce dioses, como arquetipos. Ha sido solo recientemente que hemos comenzado a hablar de Saturno como el principio de limitación y de restricción, o Mercurio como el principo de comunicación. Los astrólogos des siglo XIX no hubiesen comprendido lo que esto significa.

Reconozco molestarme con las exposiciones de varios de los principios planetarios en los cuales tanto de la astrología actual se basa y que parecen a menudo extraidos directamente de Homero. El problema se presenta cuando, en nuestra práctica de la astrología, pensamos en Mercurio (o Venus o Marte, ... etc.) y comenzamos a asociar libremente, trayendo a nuestra mente todo lo que hemos leido en el pasado incluyendo a entidades con el mismo nombre. Antes de darnos cuenta las antiguas historias de dioses con sandalias aladas moviéndose de un lado a otro comienzan a influenciar como enfocamos al planeta

Aquellos que utilizan los asteroides son particularmente inclinados a esta foma de extrapolación mítica. Uno se queda pensando que hubiesen dicho los libros de texto si al cometa de Haley se le hubiese dado un nombre mítico, quizás Ulises, y que después de su descubrimiento se hubiese dado a Quirón el nombre de Kowal.

Gracias a Dios, los mejores astrólogos no hacen esto.

No solo debemos examinar cuidadosamente lo que creemos que es la astrología, pero también quienes somos y como vemos el mundo en que vivimos. ¿Aceptamos realmente el concepto, como lo hicieron los antiguos griegos y luego los neoplatonistas, que existe una multiplicidad de dioses o de Ideas primarias - arquetipos si se prefiere, pero en un sentido platónico y no jungiano? Cada uno de estos dioses se creía que poseía una cualidad de ser, un grado de realidad superior a cualquier cosa que pudiese ocurrir en el mundo cotidiano. Los griegos creían que los dioses eran la verdadera realidad y todo lo que cualquiera ‘abajo’ pudiese ser o experimentar era simplemente una expresión, una sombra de esa existencia más fundamental. Richard Tarnas [15] lo describe bien:

Lo que se percibe como un objeto particular en el mundo puede ser comprendido mejor como una expresión concreta de una Idea mas fundamental, un arquetipo que da a ese objeto su estructura y condición especial ... Algo es "bello" en la medida exacta que el arquetipo de Belleza está presente en él. Cuando uno se enamora, es la Belleza (o Afrodita) que uno reconoce y se abandona, el objeto adorado siendo el instrumento o recipiente de la Belleza.

Si esa es en realidad nuestro enfoque de la vida, entonces quizás también vemos a Venus como ‘el planeta de Venus-Afrodita’. Mercurio como ‘el planeta de Mercurio-Hermes’, y de la misma manera los otros; los planetas astrológicos y el signo zodiacal como vehículos para el flujo de estas esencias arquetípicas a nuestro mundo, y el horóscopo natal un archivo de los dones dados por los dioses con los cuales nace un nino.

Nada hay de incorrecto en ello, es un concepto delicioso y ampliamente consistente con mucho de la astrología moderna. Y sería apropriado que los astrólogos con tal enfoque utilizasen los atributos míticos de Mercurio-Hermes y los otros dioses al interpretar como los planetas se manifiestan en la vida.

Pero quizás el astrólogo tiene una vista diferente de la vida, una que no acepta la validez continua de los doce olímpicos hasta el presente siglo, una que rechaza la noción en que la base de la realidad exista en una esfera completamente trascendental e inmaterial de entidades ideales, uno que diga que muchas cosas pueden ser bellas sin la necesidad de una Idea trascendental de Belleza. ¿Qué entonces? ¿Continuará a ser Mercurio el joven mensajero celeste en las cartas que este astrólogo interpretará? Si es así, ¿debiese Libra, el antiguo lugar predilecto de Vulcano, ser interpretado como el signo de la tecnología?

Confirmar nuestra comprensión de los significados básicos de los siete planetas originales no es tan simple. Cuando Urano, Neptuno y Plutón fueron descubiertos, cuatro métodos parecen haber sido utilizados para descubrir el significado de estos planetas nuevos, para averiguar lo que indicaba cada uno en el tema natal. Dado su importancia actual en el proceso, estos cuatro métodos fueron:

1. Acontecimientos mundiales coincidiendo con su descubrimiento,

2. Indicaciones de sus atributos en la mitología,

3. Asociación con el signo zodiacal que se creía que el planeta regía (la interpretación frecuentemente dada a Plutón, por ejemplo, es raramente mas que una expansión del significado de Escorpión), y

4. La observación del efecto del planeta en el horóscopo: cuando angular y al mismo tiempo no aspectado en una carta, cuando progresado a un ángulo, cuando transitado por un planeta cuya naturaleza conocemos, ... etc.

De estas cuatro posibilidades, solo el último método es libre de confirmar los significados de los siete cuerpos clásicos.

Para complementar, debe mencionarse las exaltaciones y las recientemente redescubiertas regencias de los sectores. El esquema de regencias de sectores, en el cual ciertos planetas poseen la regencia de las triplicidades de los signos en una carta diurna, y otros planetas esta regencia en cartas nocturnas, es simplemente una extensión del esquema 7-en-12. Estas regencias de sectores son realmente dignidades. La asignación de cual planeta posee la regencia diurna o nocturna de una triplicidad deriva de una combinación de las regencias estándar de los signos y de las exaltaciones. [16] El mas simple de varios de los esquemas de sectores es [17]:
 

Triplicidad Regente Diurno Regente Nocturno
Fuego Sol Júpiter
Tierra Venus Luna
Aire Saturno Mercurio
Agua Marte y Venus Marte y Luna

Cyril Fagan demostró que las exaltaciones de los planetas son sus longitudes siderales en sus salidas y puestas helíacas en el 786 a.C. Si él está correcto, el Sol en 19° Aries, Marte en 28° Capricornio, ...etc., no son grados ni signos ( tanto medidos en el zodíaco sideral o tropical), mas bien la posición que el cuerpo planetario necesariamente ocupaba en las cartas donde se sabe que era poderoso en la vida. Sin embargo, nuestros libros de textos continuan a informarnos que, por ejemplo, el Sol es fuerte en Aires donde él está exaltado y débil en Libra. ¿Proviene esto de la experiencia práctica o teórica? Quizás deberíamos asear la casa, como los doctores de los 1830, y como ellos buscar lo que funciona y lo que no. Y al mismo tiempo, quizás dupliquemos su éxito y cambiemos la astrología en un verdadero arte científico.

Si hay una cosa que esta investigación de las primeras regencias de los signos me ha enseñado, es que hay una gran necesidad de precaución; necesitamos ser tímidos en lo que aceptamos de nuestras lecturas, reservados en como desarrollamos y usamos el simbolismo de los planetas y de los signos que se dice que rigen.
 

Referencias

[1]  Véase George Sarton. History of Science Vol. I, Ancient Science Through the Golden Age of Greece. 1952. Cambridge, Mass; Harvard University Press. « Texto

[2]  Los dos hipopótamos representaban el sexto y séptimo mes del año Egipcio. Como el año egipcio comenzaba con la salida helíaca de Sirius a mediados de Julio, estas creaturas acuáticas se asociaban con los meses que actualmente relacionamos con los signos zodiacales ‘acuosos’ Capricornio y Acuario (antes de transformarse en una simple cabra Capricornio era una cabra marina o un antílope de mar, semejante a un hipopótamo) « Texto

[3]  Véase Rees, Alwyn & Brinley Rees. Celtic Heritage. 1961. Pg. 397. « Texto

[4]  Cippus Colotianus: Nápoles, Museo Nacional, inv. N° 2632 « Texto

[5]  Charlotte R. Long. The Twelve Gods of Greece and Rome. 1987. Holanda: E. J. Brill « Texto

[6]  Un Pileus era un casquete redondo y sin borde. « Texto

[7]  Proclus (siglo V a.C.). In Platonis Theologium Libri Sex (ed. A. Portus, Hamburg-Frankfurt, 1618, reimpreso Frankfurt-am Main, 1960). « Texto

[8]  Ariel Guttman & Kenneth Johnson. Mythic Astrology. 1993. Llewelyn. « Texto

[9]  Citado en George Sarton Ancient Greece Through the Golden Age. 1952. Harvard University Press. Pgs. 451-454. Edición Dover. « Texto

[10]  Neugebauer, O. & H. B. Van Hoesen. Greek Horoscopes. 1959. Pgs. 21-28. « Texto

[11]  Un reconocido experto en astrología clásica, el Dr. George Noonan (correspondencia privada 9/96) sugiere que las regencias sucedieron de otra manera: "Dos mil años atrás la ascención de Leo señalaba el comienzo de la temporada mas caliente del año en la región del este del Mediterráneo. El sol estaba también mas alto en el cenit. Por lo tanto, al Sol se le dió Leo como domicilio. Los clacisistas creían que la relativa luminosidad de un cuerpo celeste (‘magnitud aparente’ en astronomía moderna) era directamente proporcional a su calor; de esta manera a la Luna se le dió Cáncer como su casa ya que el próximo mes mas caliente era anunciado por el ascenso de ese signo. Saturno, siendo el mas distante del sol, y por lo tanto el planeta mas frío, le fueron dados los signos marcando los meses mas fríos: Capricornio y Acuario. Según Ptolomeo, las casas de los otros planetas fueron asignados de acuerdo a sus relaciones con Saturno en el entonces concepto ‘científico’ del sistema solar".

Sea que fuese la luminosidad del planeta (lo cual me hace pensar en la relativa ubicación de Mercurio y Venus, ya que esta última es el objeto mas luminoso en el cielo después de las dos luces) o su movimiento diario, el resultado final fueron las regencias planetarias, las cuales son bastante diferentes a aquellas de los doce dioses. « Texto

[12]  Quizas la relación de los doce dioses a los doce signos zodiacales no fue completamente ignorada en la asignación 7-a-12 de los planetas a los signos. « Texto

[13]  Pliny. Natural History, Book II. « Texto

[14]  Editorial en Astrology, volumen 22, número 2, Junio-Agosto 1948, pgs. 37-38. « Texto

[15]  Richard Tarnas. The Passion of the Western World. 1991. NY: Ballantine Books. Pg. 6. « Texto

[16]  Rob Hand ofrece una clara explicación de este esquema en su monografía de 1995 Night & Day, Planetary Sect in Astrology. The Golden Hind Press. « Texto

[17]  De Ptolomeo, Tetrabiblios I, 18. « Texto
 

Referencia de la página:
Ken Gillman: Doce Dioses y Siete Planetas
-- traducción Joanna Murdoch --
http://cura.free.fr/xxv/21kenesp.html
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