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¿Nostradamus conocía los planetas transaturninos?
por Patrice Guinard

-- traducción Lic. Pía Urruzuno --



N. Ed.: Atención! Este texto inédito, sin incidencia y casi sin relación con el resto de mi tesis, que dedico a Vlaicu Ionescu, puede contrariar la razón de los lectores desprevenidos.


Después de 1984, y aproximadamente cada 3 años, algunas obras esenciales han venido a metamorfosear el conocimiento hasta hoy muy parcial que pudo forjarse sobre la obra del profeta de Salon. Citemos como recordatorio la reedición en facsímil, de Robert Benazra, de las Propheties (Lyon 1555) según el ejemplar de Albi y con las variantes del ejemplar de Wien (Lyon, Les Amis de Michel Nostradamus, 1984), la Bibliographie Nostradamus XVIé-XVIIé-XVIIIé siècles de Michel Chomarat (Baden-Baden, Valentin Koerner, 1989) luego la de Robert Benazra, el Répertoire chronologique nostradamique (Paris, La Grande Conjonction, 1990), la reedición en facsímil, según el ejemplar de la biblioteca Széchényl de Budapest, por Michel Chomarat, de la edición de 1557 de las Prophéties (Lyon, 1993), la obra de Pierre Brind'Amour (1941-1995), Nostradamus astrophile (Presses de l'Université d'Ottawa (Can.) & Paris, Klincksieck, 1993), seguido de la edición crítica de la primera parte de los cuartetos, por el mismo autor, Nostradamus. Les Premières Centuries ou Propheties (Genève, Droz, 1996), y sobretodo la reciente edición de Recueil des Presages prosaiques (Lyon, ms 6852) del secretario de Nostradamus, Jean-Aimé de Chavigny, por Bernard Chevignard, les Présages de Nostradamus (Paris, Le Seuil, 1999).

Estas obras tienen la tendencia de dejar en la sombra las dos tentativas más originales de elucidación del corpus nostradámico: las del peruano Daniel Ruzo y del rumano Vlaicu Ionescu, el primero habiendo trabajado sobre el descifrado del orden de los cuartetos y que demostró en 1975 que el testamento dejado por Nostradamus formaba parte integrante del corpus profético (en Le testament de Nostradamus, tr.fr., Monaco, Le Rocher, 1982), el segundo habiendo avanzado en diversas obras de interpretación atinadas que dejan atrás, por su precisión, a los aficionados a las predicciones astrológicas. Ionescu titula a uno de los capítulos de su primera obra: "1991, el año del derrumbamiento del régimen soviético", antes de precisar: " Este deberá ocurrir en Junio de 1991." (en Le message de Nostradamus sur l'ère prolétaire, Paris, Dervy, 1976, p.777-778). El 12 de junio de 1991, Boris Eltsine era elegido por sufragio universal para la presidencia de la Federación Rusa, antes que la U.R.R.S. se disgregara sólo algunos meses más tarde.

En un artículo esencial ("Nostradamus et les planètes trans-saturniennes", en Atlantis 325, 1983, p.205-241), Ionescu expone la idea de que Nostradamus haría referencia al descubrimiento de los 3 planetas trans-saturninos en los cuartetos VIII 69, IV 33; y I 84 de las Centurias.
 

El cuarteto VIII 69: el descubrimiento de Urano

Aupres du jeune le vieux ange baisser,
Et le viendra surmonter à la fin:
Dix ans esgaux aux plus vieux rabaisser,
De trois deux l'un l'huitiesme seraphin.

Cerca del joven el viejo ángel bajará
Y vendrá a coronarle al fin:
Diez años iguales a los más viejos rebajar,
De tres dos el uno el octavo serafín

Ref.: Les propheties, Lyon, Benoist Rigaud, 1568.
le vieux ange baisser en el ejemplar de Lyon (Bibliothèque Municipale, rés 811 007, Benazra, ed. nº11, p.84) y se vieux ange baisser en el ejemplar de Aix (Bibliothèque du Musée Paul Arbaud, S 389 ; Benazra, éd n° 18, p.89).

El tema del descubrimiento de Urano está levantado para el 13 de marzo de 1781, Bath, 21h10 (a esta hora, los dos luminares, debajo del horizonte, no pueden perturbar la observación) Posición de los planetas referidos en el cuarteto: Urano: 84º 27, Marte 263º 23, Saturno 259º 42.
 

Descubrimiento de Urano

Descubrimiento de Urano - 13 de marzo de 1781 - Bath - 21h10 (HL)


La interpretación de este cuarteto, como de los siguientes, se apoya en un doble plano de referencia, estrechamente entrelazados, el plano mitológico y el plano astronómico (cf. Ionescu, p.212, p.214...)

Aupres du jeune le (se) vieux ange baisser,
Et le viendra surmonter à la fin:

Cerca del joven el (su) viejo ángel bajará
Y lo coronará al final:

El viejo dios Ouranos (Urano) (viejo ángel) (vieux ange), el cielo estrellado, rebajado (bajará) (se baisser) por su hijo Saturno (el Kronos griego), el más joven de entre los titanes (el joven) (le jeune), que lo mutila y le arrebata su trono (y astronómicamente Saturno es el último planeta del Septenario, el que ocupa la "séptima esfera"), recuperará finalmente sus derechos a partir del descubrimiento del planeta al que los astrónomos darán su nombre (y lo coronará al fin) (Et le viendra surmonter à la fin).

Dix ans esgaux aux plus vieux rabaisser,
De trois deux l'un l'huitiesme seraphin.

Diez años a los más viejos rebajar,
De tres dos el uno el octavo serafín.

Disminuyendo (rebajar) (rabaisser) el valor de 10 "años" (10 ciclos) saturninos, el ciclo planetario más largo conocido hasta ese momento (Diez años iguales a los más viejos) (Dix ans esgaux aux plus vieux), - que es también el famoso ciclo mencionado por Albumasar, y al término del cual Pierre d'Ailly ha pronosticado el advenimiento del Anticristo -, o sea alrededor de 295 años solares, es decir invirtiendo las segunda y tercera cifras (De tres dos) (De trois deux) del número total del conjunto del ciclo (el uno), se obtiene 259, que es la posición eclíptica aproximada de Saturno (259º), y se puede observar que la posición eclíptica del nuevo planeta, Urano (el octavo serafín) (l'huitiesme seraphin), en 84º, tiene un número igual (el uno)(l'un) a la duración de su ciclo, o sea 84 años.

Yo agrego que en astrología, siendo Urano el planeta de la unificación (cf. thesis meae sequentiam), este término, l'un (el uno), reviste una importancia particular dentro del cuarteto. Toda la polysémie del cuarteto conduce allí, e Ionescu la ha escamoteado un poco, ya que él se refiere en su texto a una edición posterior, que lo induce a interpretar en su totalidad la expresión l'un l'huitiesme seraphin, y no a separar l'un de l'huitiesme seraphin. Por el contrario, Ionescu muestra pertinentemente (p.218) que el eje Urano-Marte separa la configuración planetaria en dos grupos de planetas, el cual representa el emblema que será atribuido a Urano.

Por otra parte, los primeros y último términos del cuarteto, Aupres du (cerca de) y seraphin (serafín) contienen el anagrama siguiente: Uranus de phi pares, es decir "Urano, tu te manifiestas a través (el número) Phi" ó "Urano, tu te subordinas (o tu obedeces) al número Phi". La revolución sideral de Urano (84 años) equivale a 52 veces el número Phi (aproximación 0.15%), o también, esta vez expresado en días, 19.000 veces el número Phi (aproximación 0.19%). [N. del T.: La proporción de oro (1,618034) es también llamada sección de oro o la media de oro o simplemente el número de oro. Se la representa frecuentemente por la letra Phi (F). El valor más cercanamente relacionado, que se escribe como phi con una pequeña "p" es solo la parte decimal de PHI, es decir 0,618034.]
 

El cuarteto IV 33: el descubrimiento de Neptuno

Juppiter joint plus Venus qu'à la Lune
Apparoissant de plenitude blanche:
Venus cachée soubs la blancheur Neptune,
De Mars frappé par la granée branche.

Júpiter se une más a Venus que a la Luna
Apareciendo de plenitud blanca:
Venus escondida bajo la blancura de Neptuno,
De Marte golpeado por el granado brazo.

Ref: Las primeras ediciones no concuerdan entre sí en el 4º verso:
Les Propheties (Lyon 1555), ed. y prefacio Robert Benazra, Lyon, Les Amis de Michel Nostradamus, 1984 da De Mars frappé par la granée branche.
La reedición de Michel Chomarat (Lyon, 1993) del texto de 1557, Les Propheties (Lyon, Antoine de Rosne) da De Mars frappée par la granée branche.
La edición Benoit Rigaud, 1568 (ya mencionada) da De Mars frapée par la gravée branche.

Paradójicamente, este cuarteto que menciona específicamente el nombre Neptuno, permanece enigmático, ya que se remite a una fecha de descubrimiento, que no es la generalmente admitida. El tema del descubrimiento de Neptuno está fechado para el 8 de agosto de 1846, observatorio de Cambridge, 0h (medianoche), en una fecha, elegida por Ionescu (y que lo habría sido por Nostradamus), intermedia entre el 4 y el 12 de agosto de 1846, días en los que el planeta ha sido observado, en dos oportunidades, por el astrónomo inglés James Challis (según Nigel Calder, The comet is coming, New York, The Viking Press, 1980, ref. Ionescu). En esta fecha, simbólica, el planeta, conjunto a la Luna, está en su estado de ocultación. Por otro parte el enredo de circunstancias particularmente problemáticas que acompañan a su descubrimiento concuerdan bastante bien con el carácter astrológico del planeta, y el documento que contiene la correspondencia entre George Airy y John Adams (y que podría reseñar el rol de James Challis en el descubrimiento de Neptuno) habría desaparecido de los archivos del observatorio de Greenwich.

Posición de los planetas pertenecientes al cuarteto: Júpiter 71º33, Venus 102º43, Marte 145º59, Luna 325º43, Neptuno 327º05.
 

Descubrimiento de Neptuno
Descubrimiento de Neptuno, el 8 de agosto de 1846, Observatorio de Cambridge, 0h01 (HL)

 

El cuarteto describe el tema fechado para la fecha simbólica del descubrimiento de Neptuno: 106º separan a Júpiter de la Luna, pero solamente a 31º de Venus (Júpiter se acerca más a Venus que a la Luna) (Júppiter joint plus Venus qu'à la Lune); es la luna llena (Apareciendo de plenitud blanca)(Apparoissant de plenitude blanche), Venus está debajo del horizonte (Venus escondida)(Venus cachée), Neptuno, donde el nombre es mencionado, está conjunto a la Luna que lo oculta (bajo la blancura de Neptuno) (soubs la blancheur Neptune), Marte está opuesto a Neptuno (Neptuno, de Marte golpeado por el granado/pesado brazo) (Neptune, de Mars frappé par la granée/gravée branche).

Hay que notar que Ionescu, quien utilizó una edición posterior, problablemente truncada, interpreta la expresión gravée blanche. Ahora el término latino granatus (granado, abundante en granos, de apariencia granosa) podría relacionarse justamente a la Vía Láctea, a la que, según él (cf. p.224), Nostradamus hace referencia en su cuarteto. El otro término, gravatus (sobrecargado, aplastado, arrollado, abrumado) es igualmente posible. En cuanto al término branche (rama, brazo), y no blanche (blanca), parece relacionarse con el tridente que se le atribuye a Neptuno. En efecto el tema presenta un doble tridente: Saturno-Neptuno-Luna y Mercurio-Marte-Sol, que ilustra dos veces el emblema que sería atribuido a Neptuno. El cuarto verso puede entonces interpretarse como sigue: Marte y Neptuno en oposición, (Neptuno, de Marte golpeado y Marte golpeado por) (Neptuno, De Mars frappé(e) y Mars frappé par), con la ayuda de una furca (branche), atravesado por la Vía Láctea (granado brazo). (granée branche) Este cuarteto parece entonces construido sobre el tema de la dualidad: doble mención de la blancura (la de la Luna, llena, y la de la Vía Láctea), doble mención de Venus (el planeta doble, de la disociación (cf. thesis meae sequentiam), de la que los astrólogos consideran a Neptuno como la octava superior), doble mención de granée/gravée (granado/pesado) (y doble adjetivo frappé/frappée - golpeado), doble tridente.

La insistencia sobre Júpiter y Venus permanece mientras tanto un tanto problemática, ya que los dos planetas no pertenecen a la configuración en doble tridente, incluso si el astrólogo puede fácilmente comprender que el nuevo planeta reúne de algún modo las características de uno y de otro. El primer verso, Juppiter joint plus Venus qu'à la Lune (Júpiter se acerca más a Venus que a la Luna), además de su sentido mitológico trivial (Vénus/Afrodita permanece en el entorno inmediato de Júpiter/Zeus, lo que no es el caso de Diana/Artemisa), pone de manifiesto en las letras componentes de los 3 planetas, el nombre latino del dios Neptunus. Pero Juppiter (Júpiter) y Venus (Venus) tienen cada uno 4 letras en común con Neptunus (Neptuno), mientras que la Lune (Luna) no tiene más que 3.

Ionescu (p.225) relaciona el ciclo neptuniano con la posición de Venus y con el número PHI: 164.79 = 1.618034 veces 102.72 (aproximación: 0.86%). Por otra parte, Júpiter (Juppiter), con sus dos p, contiene 8 letras, y Venus (Venus) contiene 5, lo que señala una vez más la proporción del número de oro. Del mismo modo que 12 meses (lunares) se registran en un año solar, 12 veces phi meses venusinos se registran en un año jupiteriano: 12 x 1.618034 x 0.615 = 11.94 ~ 11.86 (aproximación: 0.67%). Lo que resuelve esta vez el enigma situado en el primer verso.

La interpretación escéptica de los cuartetos de Nostradamus es generalmente un verdadero fiasco, por ejemplo la de Pierre Brind'Amour (1996, p.513) para el cuarteto neptuniano: "Júpiter (el estaño), se une más a Venus (al cobre) que a la Luna (que a la plata), aparece dotada de plenitud blanca; Venus (el cobre), escondida bajo la blancura de Neptuno (del agua), será golpeada por el brazo pesado de Marte (por la mano armada de hierro). (...) Una aleación de estaño y de cobre se forma en el curso de una operación alquímica; luego es enfriada en el agua, después pulverizada por medio de una maza de hierro."!
 

El cuarteto I 84: el descubrimiento de Plutón

Lune obscurcie aux profondes tenebres,
Son frere passe de couleur ferrugine:
Le grand caché long temps sous les latebres,
Tiedera fer dans la playe sanguine.

Luna oscurecida en las profundas tinieblas,
Su hermano pasa de color ferruginoso.
El grande oculto largo tiempo bajo el escondite,
Templará hierro en la presa sanguina.

Réf : Les Propheties (Lyon 1555), éd. y prefacio Robert Benazra, Lyon, Les Amis de Michel Nostradamus, 1984. Variante del ejemplar de la biblioteca de Wien : Son frere pasle

El tema del descubrimiento de Plutón está levantado para el 23 de enero de 1930, Lowell Observatorio de Flagstaff (Arizona), 21h. Posición de los planetas pertenecientes al cuarteto: Luna 242º 04, Sol 303º 27, Marte 289º 31, Plutón 108º 14.
 

Descubrimiento de Plutón

Descubrimiento de Plutón, el 23 de enero de 1930, Observatorio Lowell, Flagstaff (Arizona). 21 h (HL)

 

El cuarteto describe el tema levantado para el 23 de enero de 1930, fecha de las primeras tomas fotográficas efectuadas por Clyde Tombaugh: la Luna está debajo del horizonte en el FC (Luna obscurecida por las profundas tinieblas) (Lune obscurcie aux profondes tenebres); el Sol (Apolo, que personifica al Sol, es el hermano gemelo de Artemisa, quien personifica a la Luna) ha pasado a Marte, el planeta rojo asociado al hierro, después de 14 días (Su hermano pasa de color ferrugíneo) (Son frere passe de couleur ferrugine); Plutón largo tiempo invisible (El grande oculto largo tiempo bajo el escondite)(Le grand caché long temps sous les latebres) y en oposición a Marte (Templará hierro en la presa sanguínea) (Tiedera fer dans la playe sanguine)

Ionescu señala que en las fechas de los respectivos descubrimientos, Marte estaba en oposición a cada uno de los planetas concernientes (p.212), lo que corrobora la significación astrológica de Marte, el disparador, el despertador de las tensiones. Por otra parte, y como para los dos temas precedentes, la configuración del tema ilustra el emblema que será atribuido al planeta, con su punto de anclaje, formado por un stellium de 5 planetas, sus dos brazos, en dirección a Neptuno y Júpiter, su barra transversal, ligeramente inclinada (Luna y Urano), y Plutón, el planeta invisible. Es de notar que sumando las posiciones eclípticas de la Luna (242º) y de Urano (8º), se obtiene la duración aproximada de la revolución sideral de Plutón. Por el contrario, y como lo remarca Ionescu (p.237), la posición eclíptica de Plutón, 108º, equivale a 9 veces 12 (meses) solares y 4 veces 27 (días) lunares, lo que parece justificar la elección de los luminares. Yo agrego que la ecuación 9 x 4 = 108 / 3 corrobora la idea de triplicidad que contiene el cuarteto.

El stellium planetario Marte-Venus-Mercurio-Sol evoluciona en dirección a Urano, de donde el anagrama del segundo verso (que doy como una curiosidad): Su corazón (el del Sol) lo espera: cuajar Urano de hierro (Son coeur l'espère: figer Uranus de fer). El término del latín latebra significa cobertizo-escondite, y el término griego Aïdès / aïdès designa a la vez el dios de los Infiernos, Aïdès (que se transformará en Hades), y la cualidad de permanecer invisible, aïdès. Ionescu observa que tiedera es el anagrama de tri - aïdé, lo que podría señalar la triple oposición de Plutón, a Marte, a Saturno, y al grupo Sol-Mercurio-Venus, pero también, de seguro, el hecho que Plutón está tres veces escondido: una vez como planeta invisible ( bastante más pequeño que Neptuno y Urano), una vez en el emblema que lo representa, y una vez por su nombre (cf. infra).

Queda el problema del grande escondido (grand caché): ¿Porqué este atributo, mientras que Plutón es un planeta minúsculo? En los cuartetos II 59, II 78, III 1 y en un presagio para mayo de 1559, se trata acerca del gran Neptuno (grand Neptune), lo que sugiere que este planeta, y no Plutón, es el protagonista de los últimos versos: Neptuno, mucho tiempo invisible, en posición dominante al Ascendente y en trígono a Saturno, templará (tiederá) la disonancia de Marte (hierro) (fer) en el seno del stellium planetario en Capricornio - Acuario (en la presa sanguínea) (dans la playe sanguine). Esta interpretación refuerza el status de Plutón como planeta escondido, ya que, en adelante, no aparece en sí mismo entre los protagonistas del cuarteto que le es consagrado. Existe mientras tanto otra interpretación consistente en considerar esta vez cachée, y no más grande (grand) como el sustantivo al cual se relaciona el adjetivo grande (grand). Lo cual lleva de nuevo a la interpretación inicial, pero que también sugiere que Plutón, el grandemente escondido, tres veces invisible (grandement caché, trois fois invisible), podría en lo sucesivo atender las funciones de "tres veces grande", Hermes, y dar así nacimiento a un nuevo hermetismo, el precisamente iniciado por el adivino de Salon.

Como el primer cuarteto, relativo al primer planeta transaturnino, estaba dominado por la unidad, y como el segundo, relativo al segundo transaturnino, lo estaba por la dualidad, el tercero, relativo al tercero transaturnino lo es por la triplicidad. Es Ionescu quien observa que el vocablo playe comienza con las dos primeras letras de Plutón (que son también las iniciales del observatorio donde el planeta fuera descubierto, Percival Lowell), no remarca más que las primeras letras de los vocablos del primer verso (3 para el planeta que introduce el verso, y 3 para los otros términos, si se omite la preposición, inexistente en latín) forman un anagrama de Plutón: LUNe Obscurcie aux Profondes Tenebres = PLUTON. Nueva coincidencia, diría el escéptico, que yo invito a verificar si existe en el conjunto del corpus otro verso que verifique estas condiciones.
 

Demostración aritmética de la legitimidad de la interpretación de Vlaicu Ionescu

"Los tres cuartetos forman una unidad y cualquier camino indicado por uno de ellos es al mismo tiempo una invitación implícita para seguir esta vía en lo que concierne a los otros". (Ionescu, p.225).

En la Eneida (10.175-177) de Virgilio, se hace referencia a un adivino, arúspice y astrólogo, con el nombre de Asilas: el famoso intérprete de los hombres y de los dioses, a quien obedecen (y se revelan) las entrañas de los animales, los astros del cielo, las lenguas de las aves y los fuegos proféticos del rayo. "Este adivino mítico es el ancestro del profeta de Salon, ya que, a él también le son revelados los tres astros del cielo hasta entonces desconocidos. Los dos primeros versos de los tres cuartetos forman un acróstico apenas visible: A E I A L S, o sea Asilae, "a Asilas", a quien este grupo de cuartetos está dedicado.

El nombres de los 3 planetas transaturninos aparecen en los cuartetos que le son consagrados: el de Neptuno está explícito, los de Plutón y Urano aparecen bajo una forma cifrada. La atribución de los nombres de los 3 transaturninos por los astrónomos a conocido una historia rocambolesca, y las funciones de los dioses mitológicos coinciden estrechamente con las significaciones que serán atribuidas ulteriormente a los planetas por los astrólogos. Es también de remarcar que los emblemas que en adelante representan a estos planetas tienen un curioso parecido con las figuras temáticas levantadas en los momentos respectivos de su descubrimiento, coincidencia que no parece haber escapado al autor de las Centurias.

El cuarteto I 84 (consagrado a Plutón) indica claramente la duración del ciclo uraniano (84 años), pero también el hecho de que Plutón ha sido descubierto 84 años después que Neptuno.

El cuarteto IV 33 (= 333) indica los períodos de los dos otros planetas, y señala sus armonías: en efecto 333 = 84 (Urano) + 249 (Plutón) = 165 (Neptuno) + 2 x 84 (Urano). La ecuación de los períodos siderales (Urano + Neptuno = Plutón) es notable, puesto que la aproximación es inferior a 0.1%. El número 333 vale también aproximadamente 2 veces el período neptuniano (1.04 % aproximadamente), lo que es corroborado por el hecho de que el cuarteto parece regido por la dualidad, como lo he demostrado precedentemente.

Por último el cuarteto VIII 69 (= 769), consagrado a Urano, indicaba el del ciclo plutoniano (249 anos), como el cuarteto I 84, consagrado a Plutón, indicaría el del ciclo uraniano. En efecto, 769 = 249 (Plutón) + 520 (y aún 84 (Urano) + 165 (Neptuno) + 520), este último número, 520, no siendo otro que la suma de las posiciones eclípticas de los tres planetas en el momento de su descubrimiento: 84º 27 + 327º 05 + 108º 14 = 519º 46, redondeado a 520º

Así, la interpretación del conjunto de los 3 cuartetos muestra que Nostradamus conocía los nombres de los 3 transaturninos, la duración de sus períodos siderales, y sus posiciones eclípticas respectivas a los días de sus descubrimientos. C.Q.F.D.
 

Epílogo

Baruch de Spinoza (1632-1677), el filósofo inmoralista, ateo, generoso, y excomulgado en 1656 por la comunidad judía de Amsterdam. Poco le importó, con tal que le dejaran escribir, vivir su filosofía, erigida a la imagen de su ser: asunto vital que consiste en librarse de los tiranos y de los sacerdotes, como de la servidumbre voluntaria. "Pues Spinoza formó parte de los vivientes - videntes. (...) Spinoza no creía en la esperanza ni incluso en el coraje; él no creía más que en la alegría, y en la visión." (Gilles Deleuze, Spinoza, P.U.F., 1970, p.20)

Más vale obedecer a los astros, y conocer los límites reales de su propio poder en el mundo, que encontrarse confundido y recogido por la agitación sórdida de una máquina que rueda sobre la nada y que conduce a sus físicos, sus políticos y sus financieros directo hacia al muro. Las certezas y las verosimilitudes de los especialistas autorizados son los viáticos que dan el cambio al desatino y al entorpecimiento ante lo desconocido. Los poderes, pequeños o grandes, estatales o sociales, económicos y culturales, exteriores o interiores, esos pequeños tiranos que sojuzgan la consciencia, se nutren del sentimiento imbécil del libre albedrío de cada uno, del temor a perder la ilusión, y de la ignorancia general en cuanto a la naturaleza de lo Real.

Si Nostradamus ha visto el acontecer futuro brillar en la llama, si lo ha transcrito en un estilo que relega los textos surrealistas a la categoría de simples ejercicios de colegial, y que medio milenio de exégesis filológica aún no ha osado afrontar, si lo ha encriptado a fin de que su obra atravesara los anunciados siglos de racionalismo oscuro (y a pesar del encarnizamiento de las bibliotecas públicas en hacer desaparecer los rastros de las primeras ediciones), en tal caso la historia que se ha fundido en el espectáculo desde hace algunas décadas, no es más que la ratificación de la contemplación del profeta provenzal. Y si la historia aún, está verdaderamente, después de cinco siglos, al remolque de las Centurias de Nostradamus, entonces la voluntad de cambiar las cosas, el arrogante dogma de la ideología moderna, no es más que un engaño (ese por la que Spinoza ha teorizado), y estos dos pensadores de ascendencia judía, uno profeta y pensador, el otro filósofo y vidente, son probablemente los primeros perdonavidas de la ontología judeo-cristiana, de la que el pensamiento único es el último y más lamentable avatar

Y poco importa que la principal cualidad de los Cuartetos y de los Presagios sea o no sea simplemente la de prestarse a interpretación, si la atención y la emoción que suscitan son plenamente satisfechas por el eco que ellos inspiran en la consciencia, y únicamente en aquella que sabrá respetar el plano de inmanencia generado por la obra profética: el de la visión.



Referencia de la página:
Patrice Guinard: ¿Nostradamus conocía los planetas transaturninos?
(versión francesa, 05.2000: http://cura.free.fr/05nostra.html)
http://cura.free.fr/esp/10nostra.html
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